Legos del Monigotorium

martes, 5 de abril de 2016

INVASIÓN CREPUSCULAR

Aunque es difícil precisar el momento exacto en que tan ominoso evento tuvo lugar nos guste mucho el cine, poco o nada todos sabemos que hay una extraña tendencia a que a la hora de enfocar las historias de amor adolescente el tópico romance de instituto acabe convertido en una edulcorada historia de terror chichinabesco, creando briosas parejas de humanos, hombres lobo, vampiros, brujos, zombies o similar...y claro la cosa da para coñas, con mayor o menor fortuna (ahí está la paródica Híncame el diente). Pero a veces la cuestión puede ser el enfoque, y tirándolo todo por la ventana...así nos llega la película de la que hablamos hoy, hoy toca Éramos pocos y llegaron los aliens.
La pequeña ciudad de Dillford, famosa por sus bocatas de costillas, está poblada por vampiros, zombies y humanos, y a pesar de que viven en áreas bastantes diferenciadas hay un sitio al que a la fuerza acaban acudiendo los tres: el instituto, en el qeu tampoco parcce reinar la camarería. Las cosas se complicarán cuando de repente llega una nave alienígena con intenciones hostiles, haciendo que cada grupo se plantee es aliado de los otros y atacándose entre ellos en vez de buscar una solución al problema. Sin embargo tres adolescentes pueden tener la clave para salvarlos a todos: un humano poco afortunado en los deportes, su otrora mejor amigo de la infancia, que ante la incomprensión de su familia decide unirse a los zombies y una vampira recién convertida.
Comenzando en el caos más absoluto, entre carreras, explosiones y tenebrosos seres que pronto descubriremos no son más que vecinos en un mal (más bien terrible) día arranca Éramos pocos y llegaron los aliens, la creativa traducción Freaks of nature, título que por otra parte parece adaptarse mejor a la que es una alocada comedia.
Con un punto de partida, si obviamos estos primeros minutos que nos remitirán al consabido flashback que explicará como se ha llegado a tal pandemonuim, más propio de la comedia adolescente, en un instituto en el que los guays son los vampiros, los pringados los zombies y los humanos...un asunto que se verá humano por humano pero con una peligrosa tendencia al segundo la película nos presenta una serie de problemas habituales de los mismos (novio con tendencia  a poner los cuernos, fracasos deportivos, suspensos) cuya solución, al menos para aquellos que los padecen parece radicar en convertirs en un ser de los otros dos grupos canónicos, con uaas consecuencia más o menos desastrosas que se acentúan cuando entra en la ecuación otro grupo que raramentre se relaciona con los otros dos salvo en películas muy, muy bizarras (aunqeu si somos sinceros está es de las más normalitas...aunque no dejan de venir a la cabeza otras como Plan 9 from outer space).
Éramos pocos y llegaron los aliens es una película con una premisa simpática, pero que destaca más por elementos aislados que en su conjunto, debido a un ritmo irregular y una serie de concesiones excesivamente teens. Hay unpuñado de buenos chistes (el profesor con tendencia al suspenso, el curioso acento del alien...) y alguna idea más que original (los zombies que recuperan la inteligencia si dejan de comer cerebros) pero ni aporta nada al género ni nos deja algún momento realmee memorable.
Sin embargo si nos acercamos a ella sin unas expectativas demasiado profundas nos encontramos con una cinta entretenida a poco que empaticemos con sus (tópicos) protagonistas, en una película sin pretensiones sobre algunos de nuestros más queridos seres del fantástico (aunque en cuestión de coñas más que aliens o vampiros la palma se la llevan los zombies) pero que en el fondo podría haber dado para mucho más...aunque por suerte lo mejor precisamente es que en ningún momento llega a tomarse realmente en serio a sí misma.
Cine teen con monstruo y una ligera sensación de Déjà vu Éramos pocos y llegaron los aliens está editda en Dvd y Blu-ray

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