Tras un comienzo con garra (mujerona exubernate con ínfulas éticas ataviada con modelito de esos que dejan poco o nada -más bien nada- a la imaginación se dedica a quitar de la circulación a salidos que olvidan sus votos maritales en su presencia...cosa que hará sólo en esta escena) la pelicula abandona pronto esta premisa y nuestra vengadora, enfermera de día (con un uniforme que parece más bien un disfraz de Halloween), justiciera de noche, se dedica a vengarse de aquellos que no se adaptan a sus planes, independientemente de su sexo e infidelidadescometidas.
Así asistimos a una historia de amor lésbico no correspondido aderezado con sangrías varias que en ningún momento acaban de revelarse en todo su esplendor (algo que parecía implícito a priori en la cinta, hay sangre sí pero no tanta como parecía) que en algunos momentos rozan la versión cutronga de Instinto básico, aderezada con sinsentidos varios tanto visuales (la hoguera en el piso de Abby, su manía de pasearse con la parte de arriba pero sin la de abajo...algo que seguramente agradecerán los fans de la actriz) como argumentales (la matanza final) así como unas interpretaciones que, por comparación, convierten a los muñecos de Cortilandia en Marlon Brando...y es que nuestra enfermera Abby parece durante la mayoría del metraje, con su dicción y curiosos andares más un muñeco de cuerda que una persona de verdad. Una pena para una cinta con una premisa inicial prometedora y momentos que todavía dentro del absurdo que inunda el film resultan hasta simpáticos en una macabra dimensión(el castigo del director del hospital) destacando algunos secundarios como Jared, ese vecino enamorado, y Regina, la enfermera parlanchina.
La película del verano para los amantes de las enfermeras cañón con uniforme sexy...no tanto para aquellos/as con otras fantasías sexuales...para ver en grupo y mejor si se ha ido antes de copas.
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