Legos del Monigotorium

martes, 18 de julio de 2023

INSIDIOUS. LA PUERTA ROJA. Hago chas y me asusto a tu lado.

 

En medio de ese maremágnum de sagas terroríficas que han dominado las últimas décadas del cine de terror añadiendo a los asesinos clásicos títulos como Expediente Warren, La purga o la más reciente Escape room "Insidious" es una de esas cintas que caló con una propuesta original y más de susto de antología, con un grado de sorpresa que se fue diluyendo a medida avanzaban sus secuelas hasta la que es por el momento la quinta y última: "Insidious. La puerta roja".
Dejando de lado esas tercera y cuarta parte en las que la conexión con el resto de películas se ceñia a la presencia de la médium y parapsicólogos aficionados que por supuesto tampoco faltan en esta entrega en "Insidious. La puerta roja" el protagonismo vuelve a recaer en Josh y su hijo Dalton, nueve años después de la pesadilla original. Mientras el primero afronta su divorcio y unos extraños problemas de memoria su hijo comienza sus estudios en la Facultad de Bellas Artes. Pero ese extraño episodio que marcó sus vidas una década antes va a volver para atormentarles. Así lo que empieza de manera sutil en la que los elementos inquietantes van a empezar a manifestarse poco a poco va convirtiéndose poco a poco en un desfile de jump scares cuya presencia va aumentando paralelamente al metraje hasta un tren de la bruja poblado por seres grotescos que a la larga acaba descarrilando.
"Insidious. La puerta roja" tiene un buen arranque. Traumas varios, cierta lógica al introducir el regreso de lo sobrenatural en la trama y un par de sustos que convence. Pero aún obviando algún aspecto que no tiene sentido pero que sirve de excusa para aportar algun matiz perturbador (ante un apagón el protagonista debe ser el único ser sobre la tierra que recurre a un minigenerador en vez de encender la linterna del móvil. Eso sí la luz roja que da la lámpara queda muy bonita) estamos ante una de esas cintas que además de un maquillaje cuestionable recurre continuamente al mismo mecanismo para asustarnos, replicando sus planos de nucas y con espacio vacío ad nauseam. 
Intentando replicar los buenos mimbres de la original la nueva Insidious no es la peor de la saga, pero tampoco la peor. Una película que se vuelve repetitiva, aunque alguno de sus sustos si funciona, pero que pierde fuerza a golpe de saturación. Con sabor de fin de saga aunque este quede muy abierto el debut de su protagonista, Patrick Wilson, como director no resulta especialmente brillante pero queda una obra de esas que se agradecen en plena canícula, para sumar al fresco del aire acondicionado el escalofrio por la espina dorsal. Para completistas, para botar con las palomitas en la mano...si decidimos unirnos al juego sin muchas pretensiones una buena opción para esas tardes de verano en las que la intrascendencia se agradece.
"Insidious. La puerta roja" llega a las pantallas españolas el 20 de julio.

martes, 11 de julio de 2023

NADA. Que piensen los niños.

 

El paso hacia la edad adulta siempre ha dado mucho juego en el terreno de la ficción, pero los nuevos tiempos han hecho, dejando de lado ese apartado sentimental que en el fondo no ha cambiado, mella en unos adolescentes que se enfrentan a un futuro muy distinto del de sus padres, y no me refiero sólo a ese deterioro medioambiental que nos incumbe a todos. En el caso de los protagonistas de "Nada", título que además de para más de un chiste malo esconde en este más de lo que podemos adivinar a simple vista, estos se ven al principio de su adolescencia abocados a elegir un camino profesional que va a marcar su destino y que en la mayoria de los casos ni siquiera les gusta. Algo que parece inocente pero que, como sabremos en los primeros minutos de película, va a ser el detonante de una tragedia.

Su trama en inicio podría parecer casi alentadora, propia de una feel good movie: cuando un compañero de clase cree que nada tiene sentido en su existencia y decide subirse a un árbol negándose a bajar el resto decide enseñarle que hay cosas en la vida que realmente merecen la pena. Pero lo que empieza como un cúmulo de buenas intenciones va a cambiar radicalmente cuando Agnes, la cabecilla de la idea, juzga que las aportaciones del grupo no son lo bastante valiosas. Ello desencadenará una espiral de peticiones entre la broma y la venganza que les  cambiará profundamente. "Nada" se convierte así en una perturbadora fábula sobre el ser humano centrándose en aquellos que se supone son los más inocentes que va de menos a más. Aun presentando algun elemento que se podría antojar hasta absurdo (las pocas medidas tomadas por los padres ante un signo de alarma de esos imposibles de ignorar) esta es una esas peliculas intensas que dan para debate largo y tendido en la linea de otras propuestas de la cinematografía danesa tan recomendables como "La caza" o "Los inocentes", en las que también destaca un reparto infantil con muchas capas.

Sencilla en su planteamiento y ejecución lo que realmente arrastra al espectador es la escalofriante naturalidad de sus intérpretes y una trama que inquieta todavía más en la era de los retos virales, con su reflexión sobre el poder de la masa y la futilidad de las experiencias vitales. "Nada" es una obra arriesgada que consigue salir airosa, defendiéndose como una película no apta para todos los públicos, incómoda pero valiente. Una cinta que deja huella.

"Nada" llega a los cines españoles el 14 de julio.


martes, 4 de julio de 2023

EL PRIMER DIA DE MI VIDA. ¡Que bello es vivir...a veces

 

Hay peliculas que además de convertirse en clásicos se han convertido en auténtica linspiracion para otras obras, haciendo que en más de una ocasión al enfrentarnos a determinadas imágenes y argumentos sea imposible dejar de pensar en ellas. "¡Que bello es vivir" es sin duda una de esas que siempre quedará a la cabeza de la lista, no solo para el cine sino para esa televisión que, cuando se queda sin ideas, incorpora una trama similar al especial de turno. En el caso de "El primer día de mi vida" evitarlo es imposible, con la historia de cuatro suicidas que en el momento de su último hálito reciben una nueva oportunidad de la mano de un desconocido: una semana fuera del tiempo y el espacio para intentar convencerles de tomar un camino diferente.

Dirigida por Paolo Genovese, famoso por su "Perfectos desconocidos", comedia con mala leche y múltiples remates (incluido el español de la mano de Álex de la Iglesia), está cinta opta sin embargo por el drama con ligeros toques de humor negro. Las historias de sus cuatro protagonistas, que iremos conociendo poco a poco, durante los siete días en los que ese psicopompo de lujo interpetrado por Toni Servillo va a mostrarles facetas presentes y futuras que ellos apenas sí intuyen, van a articular un relato que sorprende. Sabiendo imprimir variedad a las motivaciones de sus personajes, aunque sin duda la que más brilla es ese drama sobre el bullying en el que los malos no son sólo los compañeros de clase y que pone el dedo en la llaga en cuanto al peligro de las redes sociales, "El primer día de mi vida" es una fábula de ritmo sosegado, pero que sabe mantener el interés del espectador sabiendo dosificar las revelaciones poco a poco. Pero sobre todo es puro realismo mágico, aunando con inteligencia escenas cotidianas con momentos que no desentonarian en un cuento como ese momento en el que el personaje sin nombre de Servillo les muestra cuantas personas felices hay en la ciudad.

"El primer día de mi vida" imprime un poso melancólico, con una historia que da para el debate filosófico pero que gana por ese reflejo de la angustia existencial de sus personajes que sabe presentar con naturalidad e incluso un toque de humor que no resulta forzoso. Una propuesta que sin ser el culmen de la originalidad se presenta con una delicadeza formal y argumental que consigue emocionar, aún perdiendo fuerza en un desenlace más convencional de lo esperado, pero que deja buen sabor de boca con la fuerza de unos personajes que se debaten, y nunca mejor dicho, entre la vida y la muerte.


 "El primer día de mi vida" llega a los cine españoles el 6 de julio.