Legos del Monigotorium

lunes, 27 de marzo de 2023

TIN Y TINA. El pueblo de los benditos

 

Que un niño inquietante, poseído o no, baste para dar pie a una película de terror es una certeza que ya no se cuestiona. Pero si no quieres caldo, toma dos tazas: "Tin y Tina" ya no trae uno sino dos: una pareja de gemelos albinos adoptados por una pareja en crisis ante la imposibilidad de tener hijos y que van a hacer su vida más feliz...al menos por el momento.
"Tin y Tina" es una cinta que no renuncia a las concesiones a la galería con un look para sus niños protagonistas que remite a "El pueblo de los malditos" (con bonus para otro personaje de "La semilla del diablo") con unos camisones que remiten más al siglo XVI que a los años ochenta. Pero estamos ante una historia que en medio de una ligera (manteniendo las distancias) subversión del estilo Hammer (algo que se extiende especialmente a un desenlace que aquí no desvelaremos) y algún guiño buñueliano (es imposible no pensar en el director al ver una pierna ortopédica como la que lleva la protagonista u oír el término angel exterminador) sabe encontrar un estilo propio presentando una trama cuyo sentido del suspense (me resistiría a llamarlo terror en el sentido convencional del género) se cimenta poderosamente en las convicciones religiosas del elemento divergente cuya introducción  supone el auténtico arranque del argumento.
Abogando por la idea perturbadora (sin llegar a la elipsis pero mostrándola de refilón) frente al jump scare y por la escena diurna salvo contadas excepciones "Tin y Tina" va creando con calma un clima malsano en el que ningún elemento se introduce de manera gratuita. Con una Milena Smit como protagonista que ya se está haciendo todo un currículum como madre sufridora este viaje por el imaginario popular del comienzo de los 80 (de Enrique y Ana al Un, dos, tres, a los que suma alguna referencia histórica como el el 23F) sigue probando como el elemento religioso sigue dando mucho juego en el cine fantástico, y más si se suma a una "inocencia infantil" que nos hace cuestionarnos hasta que punto sienten la gravedad de sus acciones, pecado o no.
Película que sabe moverse entre lo grotesco (la actuación para animar a la madre), el pop y el cuento gótico de ambientación inversa "Tin y Tina" resulta un interesante debut de Rubin Stin en el terreno de largometraje cuyo título no debe confundirse con el de una cinta para niños. Puede que la decisión final de su protagonista tras todo un trauma emocional de la mano de esta versión (aun más siniestra) de los Flanders sea cuestionable pero ello no hace que un viaje tan inquietante como este no haya valido la pena.


"Tin y Tina" llega a los cines el. 31 de marzo


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