Legos del Monigotorium

miércoles, 19 de febrero de 2020

POR UN PUÑADO DE PIPAS


Hay días en los que uno no debería levantarse de la cama...o que no son buenos para dejar de esnifar pegamento, como rezaba una recomendable comedia. El plan, basada en la obra de Ignasi Vidal, nos lleva a este terreno, con la historia de tres personajes que no están viviendo su mejor momento.
Respetando las tres unidades y reduciendo su elenco a tres actores la película resulta deudora de su origen teatral con una trama de personajes pura y dura. Tres protagonistas antagónicos en más de un aspecto que, despedidos por la agencia de seguridad en la que trabajaban, descubren que todo parece ponerse en contra para llevar un plan cuidadosamente diseñado y que, a medida que la mañana avanza, parecen plantearse pocas soluciones. Hombres sin suerte, para los que la fortuna parece reducirse a un vale por un paquete de pipas encontrado en otra bolsa, pero dispuestos a hacer que esto cambie no descubriremos cual es su objetivo hasta casi el final de la cinta aunque este no sea más que un mero mcguffin al sevicio de una cinta que intenta hablar de lo divino y de lo humano mientras pone en jaque la relación entre unos hombres que más que amigos se consideran familia.
Frente a ellos una cámara no forzada que sabe sacar el partido de un reducido entorno del que se aparta en muy contadas ocasiones, y que sabe pasar del objetivismo a la poesía (el lanzamiento del disfraz por el balcón) en un relato sin alardes visuales pero con una cuidada planificación.
Historia ácida pero con toques de humor a la cinta de Polo Menárguez le cuesta en ocasiones encontrar su sentido del ritmo, resultando en más de un momento sencillo sacarnos de la película con diatribas filosóficas marca blanca para recuperarnos a continuación con su humanidad, aunque sin calarnos en un guión crítico pero menos incisivo y sorprendente (aun con el radical giro de los últimos minutos) de lo que pretende. Sin embargo encontramos estos tres grandes salvavidas que son sus sus tres protagonistas, unos Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco que consiguen dotar del tempo justo a los parlamentos de sus personajes y subir el listón de una historia que quizás perdería fuerza con otros intérpretes.
El plan es una película hija de una crisis que por desgracia todavía no ha perdido vigencia, una reflexión mordaz en boca de personajes perdidos que todavía buscan su sitio. Una cinta que inquieta aunque no remueve pero nos regala tres grandes interpretaciones.

El plan se estrena el 21 de febrero

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