Conocer la cultura japonesa es para más de uno asomarse a otro mundo. Y lo más sorprendente es como ha logrado fusionar lo más tradicional con lo más moderno sin que chirríe un ápice. La última muestra llega con el envoltorio animado de Okko, el hostal y sus fantasmas.
Como la mayor parte del anime más reciente nos encontramos ante una cinta visualmente intachable, con un magnífico diseño de escenarios, animación de personajes y empleo de la luz y el color. Bajo esta superficie la historia de superación de una huérfana reciente para ayudar a su abuela cómo joven encargada en el ryokan que esta regenta en un pequeño pueblo. Una trama a la que nos tiene más que acostumbrados el cine de animación nipón (aunque puede cambiarse ser encargada por ganar el campeonato de algo, aprobar el acceso a la universidad o convertirse en el más fuerte del universo conocido, con o sin armadura), aunque sigue chocando (y con razón) tanto esfuerzo y abnegación para un trabajo de adultos por parte de una niña de corta edad, así como, en el caso que nos ocupa, el sometimiento a los deseos de unos clientes a los que en ocasiones solo les falta escupir a los pobres trabajadores del hostal (y con el.plus de ni dejar propina)...de no tratarse de una cinta animada y una historia ficticia hasta podríamos hablar de explotación laboral en general e infantil en particular...
Pero éticas aparte, y dejando de lado aspectos tan propios por otro lado del anime como los forzados aspavientos de sus personajes o ese inclasificable momento Pretty woman que dejaremos el espectador descubra por si mismo, Okko, el hostal y sus fantasmas es un sentimental viaje por el proceso de duelo, con personajes carismáticos y unas cucharaditas de fantasía que le sientan francamente bien. Cierto que la sombra de El viaje de Chihiro es alargada (es más, durante la escena de las compras Okko vestirá un atuendo muy similar al de Chihiro) y que esta nueva película está lejos de esta obra maestra pero estamos ante una cinta tan entretenida como de bella factura, quizás más afín en espíritu a los niños más creciditos pero que sabe satisfacer los apetitos del amante del cine japonés animado independientemente de su edad.
Okko, el hostal y sus fantasmas llega a las pantallas españolas el 31 de mayo.
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