Con título aludiendo a su Farenheit 9/11 llega este nuevo documental denuncia cuyo punto de arranque es por supuesto las elecciones de 2016, con unos demócratas que ya cantaban la victoria y unos republicanos cuyo triunfo les sorprendió hasta ellos. Haciendo gala de dos de sus mejores armas, un buen montaje y un sentido del humor incisivo a prueba de bomba, los primeros minutos son sencillamente brillantes, con un inteligente uso de la banda sonora (con los ominosos coros de La profecía y el Ridi paglaccio en cabeza).
Pero además de para Trump, cabeza de cartel y objeto de acusaciones nada veladas a su tipo de "relaciones" famialiares, la cinta tiene regalitos para todos, de Hillary Clinton a su marido Bill pasando por Obama y Bush. Moore parece en algunos momentos perder de vista la era Trump para sumergirse en sus predecesores e incluso volver al a temas anteriores de su filmografía, como el control de armas o la sangrante situación de Flint, Míchigan (y las indescriptibles medidas adoptadas por el gobernador Snyder), pero aunque parezca divagar estos caminos conducirán a un símil nada sutil con un terrible episodio de nuestra historia ( y cuando digo nuestra me refiero a Europa) que no cogerá a nadie por sorpresa, pero que resulta tan efectista como efectivo.
Tal y como nos tiene acostumbrados la nueva obra de Moore es divertida, ágil y también sabe pinchar en lo más hondo de un espectador que se enfrenta a mucho más de lo que conoce por el telediario. Podríamos decir que en ocasiones pierde el ritmo y en algún momento nos deja una sensación de "ya visto" pero, francamente, hay muchas cosas que por desgracia no han cambiado. Moore ha vuelto. Esta película encantara a sus fans y enfurecerá a los de siempre, y nos dejará esa sensación de temblar después de haber reído.
Farenheit 11/9 llega a los cines el 9 de noviembre.
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