El hijo secreto. Ese tópico que ha arrasado durante años el melodrama, la tragedia épica y por supuesto el culebrón de tarde, y que ya empieza a arrastrar sus viscosos tentáculos hasta sobre series como El ministerio del tiempo. Y es que eso de los familiares secretos no deja de ser un universo explotado hasta límites ridículos pero que sigue dando mucho juego...aunque la cosa no tiene por qué ser tan dolorosa y tremendista como podríamos augurar en un comienzo, y si no ahí está la película de la que hablamos hoy...Nuestra hermana pequeña.
Tres jóvenes hermanas Sachi, Yoshino y Chika, a las que su padre abandonó cuando eran pequeñas y que viven juntas en una gran casa en el campo descubren a la muerte de este que tienen una hermanastra de 13 años. Tras conocerla en el funeral le proponen que se mude con ellas a su casa en para conocerse mejor y al poco la niña aceptará, para empezar una nueva vida en la que aflorarán recuerdos que ya creían olvidados y realizarán nuevos descubrimientos sobre ellas mismas y sobre su propia familia
Premio del público del festival de San Sebastián y basda en el manga de Akimi Yoshida Umimachi diary (cuya traducción más omenos sería el diario de la ciudad costera) la película es un dulce drama con toques cómicos sobre una familia poco convencional (tres unidas hermanas, hermanastra, tía abuela y una madre con la que mantienen débiles lazos) que comenzan a replantearse sus relaciones a raíz del fallecimiento de un padre que apenas sí recuerdan pero que les ha dejado sin proponérselo un curioso "regalo" en forma de una dulce hermanastra pequeña que llegó a conocerlo bien en los que fueron sus últimos años y su larga enfermedad.
Nuestra hermana pequeña es una cinta casi anecdótica, de ritmo pausado, vertebrada en torno a las anécdotas cotidianas que viven sus protagonistas, entre la monotonía y la costumbre, pero también dejando un espacio muy imporante para la ilusión por unas pequeñas tradiciones cíclicas (los fuegos artificiales, la elaboración del licor de ciruela...o incluso las ceremonias en recuerdo de su fallecida abuela) que le añaden su pequeño granito de sal a la vida así como por la recreación en los pequeños detalles, en los placeres cotidianos que en esta cinta saben reflejarse con unas imágenes tan sencillas como hermosas (el encendido de las bengalas)
Película de personajes, y a pesar de la multitud de elementos dramáticos (muertes y abandonos incluidos) la cinta nos regala una visión dulce de la vida, en la que son tan umportantes los descubrimientos (el primer amor) como los redescubrimientos de aquello que era importante pero que creíamos haber olvidado (la relación con la madre. el yukata de la abuela), una existencia en la que nunca es tarde para encontraruna felicidad que, en el fondo, nunca se había hallado muy lejos, y en la que lo importante son las pequeñas cosas, por nimias que nos puedan parecer, y que nos rescatan aunque solo sea un poco de la pérdida y el dolor...
Dramedia sobre relaciones afianzadas, relaciones rotas y relaciones nuevas Nuestra hermana pequeña es una película que gustará a los amantes del cine oriental, si bien el resto del público quizás se retraiga más por su ritmo lento y su suave trama.
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