Si bien, al igual que ocurre en el caso del derecho. su realidad es muy distinta, hay pocas profesiones tan cinematográficas como la de periodista. Grandes exclusivas, glamour, extrañas conspiraciones son excelentes aderezos para esta suerte de subgénero, y estos añaden más sabor si cabe en aquellas ocasiones en que además el punto de partida es un hecho real...pero en fin, que más se le va a pedir si hasta el mismísimo Superman es periodista, e incluso Spiderman hace sus pinitos como reportero gráfico...de la última del ramo hablamos a continuación, hoy toca Spotlight.
Spotlighi, un equipo de reporteros de investigación de prensa escrita dependiente del Boston Globe, ha destapado varios casos de corrupción. Forzados a investigar por parte de su nuevo jefe un caso de prderastia en el que un sacerdote ha abusado de uno de sus jóvenes fieles, al comienzar a investigar descubrirán qeu esta solo es la punta del iceberg de algo muchísimo más grande y que atañe a un gran número de personas.
Con un Bafta al mejor guión original bajo el brazo Spotlight es una cinta basada en hechos reales que conserva el aroma añejo del cine de periodistas clásico, más centrado en el trabajo de campo que en las consultas informáticas (y eso que se ambienta a principios de este siglo) que revelatán una historia tan cruda como, en un principio, increíble.
Película coral su excelente reparto nos introduce poco a poco en toda una odisea buscando una primicia que comenzará a afectar a su personajes tanto en el terreno profesional como en el personal (la resolución de aquella componenete del equipo que lleva a su tía a la iglesia), en una investigación que pasará de ser un caso aislado al descubrimiento de todo un alvuvión de abusos que se han ido comentiendo durante años, y que han sido ocultado por la diócesis incluso con la ayuda de los propios familiares de las víctimas mientras que estas, la mayoría ya adultos se dividen entre el olvido del pasado y la creación de plataformas que les ayuden a llevar a la justicia a aquellos que les han arruinado la existencia.
Con una sobria puesta en escena, en cuya fotografía predominan los tonos apagados nos encontramos ante una historia tan sorprendente como dolorosa, en la que hasta los momentos más dolorosos se plantean con una naturalidad pasmosa (el testimonio del sacerdote antes de que su hermana le impida seguir hablando), diseccionando con profundidad pero sin estridencias los testimonios tanto de las víctimas, desamaparadas en medio de la jerga judicial y las presiones del clero, como de unos verdugos que niegan ser tales.
Cruda y terrible, pero también una esperanzadora reflexión sobre el poder de los medios que saca a la luz unos trapos sucios (y no solo respecto a la noticia en sí sino al hecho de que los mismos periodistas pueden ignorar una noticia tan llamativa en un inicio si no existe la motivación adecuada) que sin su ayida habrían permanecido en las sombras foemntando nuevos casos (como podemos ver en la escena que abre la película) Spotlight es una película con buen ritmo y grandes diálogos que consigue mantener el interés del espectador durante todo su merraje, sabiendo remitirnos a ese cine de denuncia de los 70, y lo sabe hacer con una historia que por desgracia no pierde un ápice de actualidad
Cine de ahora hecho como antes Spotlight es una película que satisface tanto a los fans del género como a aquellos que, simplemente, solo buscan una buena historia...y además acaba de ganar los Óscars a mejor película y mejor guión original.
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