Con un comienzo pausado que casi nos puso en sintonía de otras perlas modernas de la ciencia ficción como Primer, pero que en principio nos dejó algo descolocados, la película rápidamente se calienta y empieza a coger ritmo para situarse en la línea de las buenas historias de La dimensión desconocida con la de un hombre apocado que, tras perder a su familia en un accidente de tréfico (del que no tardaremos en conocer matices), descubre un sistema de hipnosis basado en frecuencias de sonido que no tardará en probar con sus vecinos, una mujer por la que se siente atraído y su marido, aumentando gradualmente su poder sobre ellos y creciendo sus exigencias hasta alcanzar niveles cómicos, trágicos e incluso divinos. Con un guión muy original y un reducido pero buen puñado de actores LFO se reveló como la agradable sorpresa del día.
La tarde continuó con una cinta que ya se había visto en Sitges y de la que ya hablamos en su momento, la insulsa Jamie Marks is dead (http://monigotorium.blogspot.com.es/2014/10/sitgeando-iii.html), una cinta de esas que da lo que promete en su título, pero que da más de sí por los chistes generados por la similitud de sus protagonistas con unos recientes iconos del fantástico cinematográfico y literario que otra cosa. Tras la impresión llegó el curioso corto Splintertime, sobre un misterioso viaje de unos seres deformes en una ambulancia cuyo destino es más mundano de lo qeu parece, y una de las cintas más comentadas de la muestra, la (falsa) película iraní A girl walks home alone at night.
Si bien en sus primeros planos nos da todo lo contrario a lo qua anuncia su título (un hombre camina hacia su conche acompañado por su gato de día) esta película de ritmo endiabladamente pausado, hermosa fotografía y una curiosa obsesión por introducir escenas casi de videoclip, con una importancia mínima de la acción frente a la música (casi se detiene el tiempo como en la escena en que ella se gira mientras él se acerca) cuenta la historia de un joven con problemas con la mafia que acaba convirtiéndose en camello (de los que venden droga, no el simpático habitante del desierto...no es ese tipo de cine fantástico) y una misteriosa joven ataviada con hiyab (y no yihad como se dijo en la presentación) que resulta ser una vampira que recorre la ciudad montada en patín para repartir su particular justicia...con un buen puñado de escenas entre lo absurdo (cuando ella imita a otra persona que acaba huyendo o cuando se conocen junto a una farola) y lo ridículo (el regalo de los pendientes) este film nos lleva tierra de nadie, con un final abierto que dejó más descolocados de lo que entramos.
Y esa era la penúltima, llegaba el fin. Con una lagrimita de despedida y tras el muy reivindicable corto Ghost train se proyectó una de las cintas má esperadas de la muestra, Under the skin, que narra las desventuras de una extraterrestre secuestradora de humanos y de la que ya hablamos tras su visionado en Sitges (http://monigotorium.blogspot.com.es/2014/10/sitgeando-i.html)...con su agridulce visionado no quedaba fotograma por ver.
Películas muy buenas, muy malas y otras en tierra de nadie, pero siempre nos quedamos con ganas de más...apenas unos 360 días nos separan de la próxima y espero que allí volvamos a encontrarnos todos. Sólo agradecer a SyFy el haber acreditado este medio, vuestro Monigotorium...y creo no queda nada que decir...¡Hasta la próxima! ( y ojalá haya chocolate gratis).
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