AGUJAS ASESINAS

Hay películas cuyo nombre lleva a engaño...bajo su título y con origen español más de uno podría suponer una comedia ligera de estudiantes salidos y sueños imposibles en la línea de Fuga de cerebros y allegados...pero no podríamos estar más equivocados. Hoy hablamos de una película que acaba de recibir la buena noticia de tres nominaciones a los premios Goya de los cuales al menos el de interpretación se merece de sobra, hoy hablamos de Musarañas.

Musarañas es una de esas cintas oscuras, de esas que no nos costaría imaginar en ese sur profundo que tan bien conocemos de películas americanas, de ese que resulta tan familiar y temible para habitantes de zonas más cosmopolitas, sobre la que planea sin dificultad los fantasmas de Misery y Psicosis espolvoreados con un toque de Carrie, May y, en sus últimos momentos, La matanza de Texas, entre otros clásicos del género que pueden acudir a nuestra mente, pero que ha tenido uno de sus grandes aciertos su ambientación en unas décadas osuras de nuestra historia (sí, hasta hace una mínima referencia a la Guerra Civil) que hacen más creíbles las circustancias en las que se mueven sus protagonistas. Encontramos, bajo una ambientación que parece retrotraernos a ciertos culebrones de moda, casi como el reverso psicótico de Amar en tiempos revueltos y similares, una cinta que nos cuenta la historia de dos hermanas huérfanas, una de recién superada adolescencia y otra mayor que  padece un trastorno que le impide abandonar el piso en el que viven, que se enfrentan al conflicto motivado por la irrupción de un hombre en sus vidas de una de las maneras más bizarras que hemos encontrado en el cine reciente...y hasta aquí podemos leer. Siendo como es una película con algún giro realmente increíble (algún pero pequeño se lo podría poner como el uso del elemento del teléfono en su tramo final o la impostada interpretación de "el hombre" de nuestra historia) sin embargo sabe mantenerse en altas cotas gracias a su ritmo abrumador, su deliciosa ambientación, un cuidado de los pequeños detalles (exquisito algo tan trivial como el anillo charro del personaje de Montse) ysobre todo a las magníficas interpretaciones de sus actrices, destacando sin duda una Macarena Gómez de luto perpetuo que sabe mantener el tipo incluso en sus momentos más histriónicos,  sin olvidar un Luis Tosar en forma de impagable presencia fantasmagórica que esconde más de un secreto en el desenlace de la cinta, un auténtico tour de force que no esquiva elementos de gore que le sientan extraordianriamente bien. Podríamos esperar algo todavía más osuro tras esos primeros minutos que son puro cuento gótico pero lo que seguirá es todavía m´s perturbador. Estamos ante un terreno poco explotado, si bien sus referentes más cercanos oscilan más próximos al fantástico que al terror (Mi hija Hildegart tiraba más por una vertiente de crítica social, pero ahí está ese impresionante díptico que son El laberinto del fauno y El espinazo del diablo) pero que nos dejan un excelente sabor de boca, en forma de una España, más cerca de Cecilia Aznar y el "mataviejas" que de Frascuelo y de María, una película que sabe contarnos una historia que en otras manos habría sido muy distinta.

Gore cañí bajo una premisa de culebrón...un auténtico cóctel explosivo.