Legos del Monigotorium

lunes, 30 de junio de 2014

CORTECITOS

La sombra del doble es alargada....encontrarse con el doble físico según un buen puñado de tradiciones y leyendas es asunto de mal fario, premonición de la propia muerte y similar, pero lo que realmente puede erizar los pelos de la nuca es el otro yo que todos llevamos dentro...en un primer momento ese parece ser el meollo de Excision.
Cinta sobre una familia disfuncional de madre perfeccionista, padre pelele, hija pequeña enferma e hija mayor con una edad del pavo de tamaño familiar, la película se centra en la caída en los abismos de la locura de esta última. Pero no nos llevemos a engaño, esta no es un drama familiar ni una cinta de iniciación ni nada que se le parezca. Con un uso poderoso de las imágenes oníricas (desde los primeros minutos en los que vemos como la protagonista se enfrenta visualmete a su herido doble), unas situaciones que en muchos casos superan el surrealismo y un elenco de actores con cameos de lujo ( John Waters, Malcolm McDowell o ese actor que todos conocemos como el padre de Laura Palmer, Ray Wise) entre los que brilla una Traci Lords metamorfoseada en ama de casa tradicional y castradora (su frase favorita al habla con su cónyuge es You're disgusting...) la película tenía suficiente material para convertirse en una gran historia, pero sus volantazos entre distintos géneros y tonos (a veces parece tirar por el drama, otros por la comedia, una chispita de terror) que no acaban de encajar, su falta de coherencia (me obsesionan los gérmenes pero luego recojo pájaros muertos por la calle...ay) y la sensación general de que es una mera amalgama de situaciones solo destinadas a demostrar que loca, pero que loca está la pobre Pauline (el culmen es raparse la cabeza y...bueno el resto dejaremos que lo descubran, pero se ve venir...) hacen que la cinta no acabe de cuajar y no nos dé todo lo que prometía. Sin embargo nos quedan unos cuantos momentos y matices interesantes, como el curioso hecho de que, a medida que la protagonista va perdiendo la cabeza, va pasando del ateismo (atea, pero que habla con Dios y con las manitas juntas) a una mejor relación con la divinidad o las "confesiones" con el padre John Waters. Curiosa y buena para los mitómanos.
En definitiva de esas cintas entretenidas si se tiene un buen día...mejor a piezas que en conjunto, pero con detallitos a reivindicar y actores que merecen verse...por su cuenta y riesgo.

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