Cuando el relámpago rasga las densas nubes sobre el
tenebroso páramo solo un sonido sordo acompaña el retumbar del trueno. Casi
imperceptible en la inmensidad, apenas un susurro entre las sombrías paredes, no
es sino el germen de un nuevo ser, la señal de que algo nuevo está adquiriendo forma
física. Línea tras línea, trazo tras trazo, sobre la nívea superficie del papel
comienza a surgir una forma: es el monigote.
Para dar cobijo a esta criatura mutable, alocada e
inestable nace este MONIGOTORIUM, una suerte de reserva donde puede vagar en
libertad y compartir sus dones, caprichosos o macabros, burlones o reflexivos con
todo aquel que quiera unirse a la fiesta. Aquí hay sitio para todo, y más. Somos
parcos en palabras pero aceptamos todo tipo de sugerencias
Bienvenidos. Esto solo acaba de empezar
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