Legos del Monigotorium

lunes, 17 de mayo de 2021

OCURRIÓ CERCA DE SU COMISARÍA

 

Aunque cuando uno se introduce en los andurriales del cine de terror es común pensar que si hay un resultado medianamente bueno acabará en franquicia llegar a la novena entrega (y todas estrenada en cine, con la salvedad de una, y eso por culpa de la etiqueta de cinta X... más de uno se acordará) no es moco de pavo. Este es el caso de Saw, la saga de deslumbrante arranque que regresa como Spiral:Saw.

Dirigida por un viejo conocido, Darren Lynn Bousman (que ya estuvo detrás de las partes dos, tres y cuatro), este nuevo Saw arranca como ya nos han acostumbrado, con un juego sangriento de esos que llevan aquello de "susto o muerte" a su máxima potencia. Tampoco faltarán a lo largo del metraje elementos habituales como las máquinas asesinas o las marionetas (aunque el icónico Billy ha transmutado en un cerdito vestido de policía). Pero aunque la cinta sigue aportando su ración cita de gore y no ha dejado de lado el torture porn que, años ha, hizo que muchos se llevarán las manos a la cabeza, Spiral: Saw se mueve más cerca del thriller con destripamientos varios que del clásico body count. Cayendo en el peligro de tomarse a sí misma demasiado en serio, aportando nombres conocidos como Chris Rock o Samuel L. Jackson, la saga que ha hecho del castigo desproporcionado su marca de fábrica muta, si obviamos los asesinatos propiamente dichos (que han perdido bastante de su maliciosa creatividad), en un producto mucho más convencional 

Podríamos decir que el germen sigue ahí, con sus montajes con planos a una velocidad absurdamente rápida, su importancia del cuerpo policial (las diversas Saw siempre han tirado desde su origen por la labor de los profesionales, a diferencia del síndrome Scooby Doo de otros slashers, aunque en la entrega que nos ocupa más de una vez toman decisiones tan absurdas como no examinar un paquete sospechoso antes de abrirlo) y las motivaciones del asesino de marras que, no estimo sea spoiler, acabará saliendo a la luz (y que más de uno intuirá bastante antes del desenlace). Pero, aunque se permita hasta un homenaje cariñoso a la primera película, no consigue ni reinvertarse ni aportar ese toque juguetón que muchas veces da sal a películas como esta que, sin decantarse completamente por un género, parece destinada a ser una copia descafeinadas de aquellas que la precedieron. ¿Queréis jugar a un juego? Parece que ya no es el momento.


Spiral:Saw llega a las pantallas españolas el 21 de mayo.

miércoles, 12 de mayo de 2021

ALGUNAS VAMPIRAS BUENAS

 

Aunque la inmortalidad parezca un sueño hecho realidad la perspectiva de pasarla como un niño no parece precisamente halagüeña. Películas como Entrevista con el vampiro o Déjame entrar nos han enseñado los problemas que acarrea esta infancia eterna, pero la última aproximación llega de mucho más cerca: Ilargi Guztiak (Todas las lunas).

Rodada en euskera entre el País Vasco y Navarra Todas las lunas es la historia de una huérfana que, herida en plena guerra carlista, es arrancada in extremis de la muerte por una vampira que decide convertirla y hacerla así su hija. Separadas en una escaramuza la pequeña conseguirá tras años perdida encontrar una nueva oportunidad, y quizás una familia en un granjero que la encuentra atrapada en uno de sus cepos.

Fábula sobre el dolor y la pérdida esta cinta de cuidada estética se situa en la órbita de cuentos góticos como En compañía de lobos, tomando como referencia un personaje tan universal como es el vampiro para traerlo a un terreno tan familiar como visualmente deslumbrante, recreándose en la naturaleza tanto diurna como nocturna con un inteligente uso del color. Un clásico del que sabe arrancar buenas referencias literarias, jugando con implicaciones religiosas o las relaciones entre un nuevo vampiro y su creador. Cercana en espíritu y origen a cintas recientes tan recomendables como Handia, Errementari (El herrero y el diablo) la premiada en los ultimos Goya Akelarre Todas las lunas se aproxima al género fantástico desde un punto de vista emocional, con unos personajes que anteponen sus relaciones a cualquier tabú, sin caer en falsos sentimentalismos, y haciendo que estaa primen sobre su vertiente fantástica pero sin renunciar a presentar está con el máximo respeto.

Hermoso relato con ribetes de cine mudo y ecos de cuento de fuego de campamento no es un relato de iniciación a pesar de su joven protagonista sino un viaje de autidescubrimiento, una reflexión sobre cómo puede la maravilla irrumpir en lo cotidiano, y como lo segundo puede ser aún más peligroso e hiriente que lo primero. Porque no solo existe la sed de sangre, sino de recuperar algo que damos tan por sentado como la propia humanidad.


Ilargi Guztiak (Todas las lunas) llega a los cines el 14 de mayo.

martes, 11 de mayo de 2021

EL CLUB DE LOS ESCALDOS MUERTOS

 

Ahora que hasta tu abuela sabe quién es Ragnar Lodbrok,serie mediante, que la saga de videojuegos Assassins' creed ha cambiado la Italia renacentista y la Grecia clásica  por la Noruega de los albores del milenio pasado y que el Ragnarok ha trocado los (falsos) cascos con cuernos por las orejitas de Mickey Mouse la gran pantalla recupera otro tipo de vikingo con la película de 2009 Valhalla rising.

De la mano del director Nicolas Winding Refn, autor de una cinta tan inclasificable como The neon demon (aunque también de una cinta de culto como Drive) este film prácticamente mudo (mejor dicho, casi sin diálogos, porque elementos como el sonido del viento no resultan en absoluto gratuitos) presenta una trama sencilla: la huida de un esclavo que, tras unirse a un grupo de cristianos que se dirige a tierra santa, acabará llegando junto a estos a una tierra desconocida y salvaje.

Con un fuerte afán esteticista y toques operísticos esta atípica cinta se convierte en evocadora de sensaciones. Al modo de una sinfonía que empieza y acaba con la misma nota no se recrea ni en su trama ni en sus personajes. Sí  lo hace en la presencia de estos, en especial en la de su protagonista, un Mads Mikkelsen, mudo y tuerto, con las connotaciones odínicas que ello implica. Una auténtica fuerza de la naturaleza, inclemente y brutal, no sabemos si atormentado o simplemente resignado ante las horribles pesadillas que la asaltan, y que domina la escena cada vez que aparece en ella. Un ser hipnótico que sin conducir inicialmente la historia sino viéndose arrastrada por ella acaba dominándola.

Pero de lo que realmente bebe Valhalla rising es de la fuerza de sus imágenes. De la brutalidad de unos personajes que hacen que la película lidie con el gore, de una naturaleza que los devora convirtiéndose casi en una amenaza sobrenatural y de unas escenas onírica cuyo color contrasta vivamente con la paleta naturalista del resto de la película. Entre la épica a pequeña escala y el romanticismo en el sentido más literario un auténtico viaje de autidescubrimiento y destrucción que exige paciencia de un espectador que, a pesar de su breve duración, puede sentirse sobrepasado por su sentido del ritmo, pero que si se deja llevar gozará de una experiencia sin vuelta atrás.


Valhalla rising llega a los cines el 14 de mayo.



martes, 4 de mayo de 2021

DE REPENTE EL ÚLTIMO ESCUALO

 

Por muchos insectos gigantes, dinosaurios varios y simios con mal café que lleguen a la gran pantalla para muchos, desde que Spielberg nos enseñó allá por el siglo pasado que era mala idea bañarse en pelotas a medianoche, el rey de las pelis con bicho siempre ha sido el tiburón.

Tiburón blanco llega así, sin metáforas en título, para presentar la lucha por la supervivencia de un grupo unido por el (mal) azar, los responsables de una pequeña agencia que realiza excursiones en avioneta y una pareja de clientes, que queda atrapado en alta mar, asediados por la entrañable criaturita del título.

Hasta aquí nada anormal. O mejor dicho demasiado normal. Con honrosas excepciones como estaciones científicas o gente que no puede evitar meterse en el mar aunque le insistan en que probablemente hay peligro, el grueso del género suele tirar por inocentes turistas a los que un día de solaz les sale rana. Pero Tiburón blanco hace del tópico su marca. Desde los planos Iniciales, arrumacos rodados tras un acuario incluidos, hasta su esperado desenlace no hay nada en esta cinta que no sea previsible.

Desde un concepto del suspense mal entendido que abusa de planos aéreos y con tantas escenas de pies que la hacen poderosa candidata a nueva película fetiche de Tarantino, a unos personajes planos que con su intento de hacer drama en el larguísimo acto (al menos se nos antoja así gracias a su cuestionable sentido del ritmo) que dista entre el primer y segundo ataque Tiburón blanco no consigue atrapar al espectador. Resultaria sensato pensar que esto no es sino culpa de un género que se renueva poco debido a sus continuos regresos estacionales (¡Ni un verano sin su tiburón!) pero una cinta en comienzo tópico puede salvar enteros fácilmente con una ambientación original, sentido del humor o unas escenas de acción bien dirigidas. Pero para nuestra desgracia nada de esto logra arañar este film que presenta al más temible de los escualos nuevamente como antagonista. Para completistas del género...aunque probablemente no encuentren a nuestro viejo amigo marino en las proporciones adecuadas.

Tiburón blanco llega a las pantallas españolas el 7 de mayo.