En tiempos en los que la cultura coreana empieza a mostrar su poderío por el mundo con fenómenos como el reciente concierto de Black Pink en Barcelona el cine coreano no podría estar más en boga, premio gordo en el Festival de Cannes (Parasite de Bong Joon-ho, que llegará a nuestras pantallas allá por octubre). En los últimos años ha habido múltiples propuestas, como las proyecciones periódicas del Centro Cultural Coreano de Madrid o el Festival de Cine Coreano de Madrid, que ya va por su undécima edición (confiemos duodécima este año). A estas se une por segundo año el Indie & Doc Fest, que fue inaugurado ayer en Cineteca Matadero.
Durante el mismo se podrá disfrutar de cinco películas: Ode to the goose de Zhang Lu, Maggie de Yi Ok-Seop, Winter's night de jang Woo-jin, To my river de Park Kun-Young y la cinta de episodios Let us meet now de Kim Seo-yoon, Kang Yi-kwan,y Boo Ji- Young. Serán proyectadas en las salas Plató y Borau a partir de las 18:30 horas y entre ellas se seleccionará una que recibirá el Premio del jurado joven y será proyectada de manera gratuita el martes 4 de junio en la sala multiusos del Centro Cultural Coreano.
Cinco películas muy distintas de una cinematografía a descubrir para muchos y que muestran todo un mosaico del cine coreano más reciente y cuya primera tesela fue la proyección inaugural con Ode to the goose.
Ode to the goose se desenvuelve entre la comedia y el drama para acercarnos a una atípica historia de amistad entre una recién divorciada y un aspirante a poeta en busca de sus propios sentimientos.
Una trama dividida en dos partes, la primera fruto de la decisión de ambos de viajar a la ciudad natal de la madre del protagonista y una segunda que nos conduce a los días previos al viaje y que dará luz a muchos de los hechos de la primera, generando un díptico de pequeñas historias que consiguen tanto inquietar al espectador como hacerle sonreir, con un humor con fuertes pinceladas surrealistas (muchas fruto de los episodios etílicos de sus protagonistas) que constituye la mejor baza de la cinta.
Ode to the goose es una película que sorprende, en la línea de éxitos recientes del cine coreano como Ahora sí, antes no de Hong Sang-soo, con su particular desarrollo de la trama, su trasfondo histórico-político (la situación de los inmigrantes chinos y chino-coreanos) y sus personajes con carisma, aunque por desgracia es de esas películas que empiezan a adueñarse del espectador cuando más cerca se encuentra de su conclusión, haciendo que anhelemos un tono similar en el resto del metraje.
Las películas del festival Indie and doc fest podrán disfrutarse en cineteca hasta el 2 de junio.
Legos del Monigotorium
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miércoles, 29 de mayo de 2019
martes, 28 de mayo de 2019
DESNUDOS EN EL BAILE
Gustav Klimt y Egon Schiele. Dos artistas muy distintos pero que por azares de la vida murieron el mismo año, 1918, en la misma ciudad, Viena, y por causa de la misma enfermedad, la temida gripe española. Aunque es difícil pensar, así en frío, en paralelo de no ser por su muy personal sentido del erotismo y por su interés en el tema del desnudo estos dos coetáneos se unen en el documental
Klimt y Schiele. Eros y Psique.
Klimt y Schiele. Eros y Psique es un título que lleva a engaño. Si bien su punto de arranque es prácticamente el mismo que yo he expuesto al principio de estas líneas los dos artistas son una mera excusa para sumergirnos en todo el mosaico artístico y cultural que fue la secesión vienesa, tratando temas como la libertad de la mujer, las artes decorativas y por supuesto, la música.
Tomando la voz de expertos en todos los ámbitos, desde responsables de colecciones artísticas a todo un premio nobel en medicina Klimt y Schiele. Eros y Psique es una documental que se antoja en principio fragmentado, casi disperso, haciendo que los diversos temas interactúen dejando en más de una ocasión en el tintero las dos figuras que le dan título pero sin abandonar en ningún momento ese epicentro que es la Viena de la Belle epoque y su decadencia fruto de la I Guerra Mundial y de la muerte casi simultánea (en menos de un año) de las que fueron sus grandes estrellas.
Pero quizás esta sea su mejor baza. Aunque haya elementos que nos puedan parecer más forzados ,como su presentador, o algunas decisiones artísticas de su, por otro lado excelente, montaje (como ese baile con el requiem de Mozart como música de fondo) no se puede negar que nos encontramos ante un original acercamiento a una época brillante y quizás más desconocida que otras a las que ya nos han acostumbrado el grueso de los documentales de este tipo que suelen llegar a nuestras pantallas, como el París del cambio de siglo o la Florencia del Renacimiento.
Una oportunidad para cualquier apasionado del arte para disfrutar, entre toda una pléyade de grandes nombres, muchos a descubrir para el grueso de la audiencia, del trabajo de dos artistas cuya obra es difícil encontrar por estos lares, así como del hipnótico mundo de la música austriaca, de Mozart a Schönberg...un festival para los sentidos que invita a aprender más sobre una de las grandes capitales históricas de las artes en su época más brillante.
Klimt y Schiele. Eros y Psique se proyectará por tiempo limitado los días 10 y 11 de junio.
Klimt y Schiele. Eros y Psique es un título que lleva a engaño. Si bien su punto de arranque es prácticamente el mismo que yo he expuesto al principio de estas líneas los dos artistas son una mera excusa para sumergirnos en todo el mosaico artístico y cultural que fue la secesión vienesa, tratando temas como la libertad de la mujer, las artes decorativas y por supuesto, la música.
Tomando la voz de expertos en todos los ámbitos, desde responsables de colecciones artísticas a todo un premio nobel en medicina Klimt y Schiele. Eros y Psique es una documental que se antoja en principio fragmentado, casi disperso, haciendo que los diversos temas interactúen dejando en más de una ocasión en el tintero las dos figuras que le dan título pero sin abandonar en ningún momento ese epicentro que es la Viena de la Belle epoque y su decadencia fruto de la I Guerra Mundial y de la muerte casi simultánea (en menos de un año) de las que fueron sus grandes estrellas.
Pero quizás esta sea su mejor baza. Aunque haya elementos que nos puedan parecer más forzados ,como su presentador, o algunas decisiones artísticas de su, por otro lado excelente, montaje (como ese baile con el requiem de Mozart como música de fondo) no se puede negar que nos encontramos ante un original acercamiento a una época brillante y quizás más desconocida que otras a las que ya nos han acostumbrado el grueso de los documentales de este tipo que suelen llegar a nuestras pantallas, como el París del cambio de siglo o la Florencia del Renacimiento.
Una oportunidad para cualquier apasionado del arte para disfrutar, entre toda una pléyade de grandes nombres, muchos a descubrir para el grueso de la audiencia, del trabajo de dos artistas cuya obra es difícil encontrar por estos lares, así como del hipnótico mundo de la música austriaca, de Mozart a Schönberg...un festival para los sentidos que invita a aprender más sobre una de las grandes capitales históricas de las artes en su época más brillante.
lunes, 27 de mayo de 2019
COMO SOJA PARA ARROZ
Entre concursos y programas de cocineros estrella ya es raro no encender el televisor y encontrarse de sopetón con un programa de gastronomía. La gran pantalla por supuesto no ha salido indemne, dando paso a cintas tan hipnóticas como Vatel, El festín de Babette o, tirando por el lado salvaje de la vida, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante. Japón, uno de los países más entregados al arte de la gastronomía con mayúsculas tenía por supuesto que adherirse con películas como Una pastelería en Tokio...y ahora es le turno de El cocinero de los últimos deseos.
De la mano de Yojiro Takita, director de la oscarizada Despedidas, la película parte de una premisa fascinante: un chef, arruinado por su particular espíritu perfeccionista, que cobra obscenas sumas de dinero por cocinar una última comida para enfermos, ya que posee el extraño talento de poder reproducir fielmente cualquier manjar que haya probado al menos una vez.
Sin embargo esta es una mera excusa para sumergirnos en una trama mucho más ambiciosa: la de recuperar y reproducir el pantagruélico menú imperial, un desfile de más de cien platos creado en la Manchuria de los años 30 para deleitar al emperador de Japón durante una visita oficial, ya que es el último deseo de un eminente chef chino que desea degustarlo antes de su inminente fallecimiento.
La historia no puede negarse es original, pero a medida avanza la trama, comenzamos a percatarnos de que, primero, carece del encanto de la que abría la película, y segundo, que va perdiendo fuerza paulatinamente a la par que el argumento se complica y se torna más oscuro, suponiendo un mero mcguffin para conducirnos a una moraleja moral cuya resolución, en más de un momento, podemos intuir.
No se puede negar que El cocinero de los últimos deseos presenta una dimensión del mundo culinario espectacular, con delicias exóticas y platos visualmente deslumbrantes (aunque a mí me supera lo de la sopa de tortuga con tortuga incluída...y supongo que a más de uno). Un auténtico deleite del sentido de la vista que arrastra el del gusto aunque no podamos percibirlo, y que deslumbrará a cualquier fan de la buena mesa. pero frente a esta explosión de colores y texturas argumento y personajes resultan prácticamente vacíos, haciendo que cuando la gastronomía desaparezca de escena el espectador se enfrente a una historia que hay que coger (permítanme el chiste, que entra solo) casi con palillos.
Una cinta más que recomendables para los aficionados a la cocina audiovisual, devotos de Masterchefs y Bake Offs varios, pero que al igual que estos programas, por mucho que lo pretenda con su mensaje final (que por supuesto aquí no desvelaremos), es de consumo rápido y leve calado.
Poesía culinaria en estado puro en medio de una trama con ribetes inverosímiles en la que los protagonistas parecen ser, como reza una de las frases de la cinta, los ingredientes, y no los personajes a pesar de sus muchos dramas humanos.
El cocinero de los últimos deseos llega a las pantallas españolas el 19 de julio.
De la mano de Yojiro Takita, director de la oscarizada Despedidas, la película parte de una premisa fascinante: un chef, arruinado por su particular espíritu perfeccionista, que cobra obscenas sumas de dinero por cocinar una última comida para enfermos, ya que posee el extraño talento de poder reproducir fielmente cualquier manjar que haya probado al menos una vez.
Sin embargo esta es una mera excusa para sumergirnos en una trama mucho más ambiciosa: la de recuperar y reproducir el pantagruélico menú imperial, un desfile de más de cien platos creado en la Manchuria de los años 30 para deleitar al emperador de Japón durante una visita oficial, ya que es el último deseo de un eminente chef chino que desea degustarlo antes de su inminente fallecimiento.
La historia no puede negarse es original, pero a medida avanza la trama, comenzamos a percatarnos de que, primero, carece del encanto de la que abría la película, y segundo, que va perdiendo fuerza paulatinamente a la par que el argumento se complica y se torna más oscuro, suponiendo un mero mcguffin para conducirnos a una moraleja moral cuya resolución, en más de un momento, podemos intuir.
No se puede negar que El cocinero de los últimos deseos presenta una dimensión del mundo culinario espectacular, con delicias exóticas y platos visualmente deslumbrantes (aunque a mí me supera lo de la sopa de tortuga con tortuga incluída...y supongo que a más de uno). Un auténtico deleite del sentido de la vista que arrastra el del gusto aunque no podamos percibirlo, y que deslumbrará a cualquier fan de la buena mesa. pero frente a esta explosión de colores y texturas argumento y personajes resultan prácticamente vacíos, haciendo que cuando la gastronomía desaparezca de escena el espectador se enfrente a una historia que hay que coger (permítanme el chiste, que entra solo) casi con palillos.
Una cinta más que recomendables para los aficionados a la cocina audiovisual, devotos de Masterchefs y Bake Offs varios, pero que al igual que estos programas, por mucho que lo pretenda con su mensaje final (que por supuesto aquí no desvelaremos), es de consumo rápido y leve calado.
Poesía culinaria en estado puro en medio de una trama con ribetes inverosímiles en la que los protagonistas parecen ser, como reza una de las frases de la cinta, los ingredientes, y no los personajes a pesar de sus muchos dramas humanos.
El cocinero de los últimos deseos llega a las pantallas españolas el 19 de julio.
miércoles, 22 de mayo de 2019
ESTA ES TU CANCIÓN
Después de ese bombazo que ha sacudido las pantallas, premios incluídos llamado Bohemian rhapsody parece haberse abierto la caja de los truenos de cara a biopics de estrellas de la música. Aunque debido a ello pueda no parecerlo el proyecto de una película basada en la vida de Elton John abarca más de un lustro, con llamativas propuestas de casting y amagos de inicio de rodaje que no llegaron a buen puerto. Pero eso ha quedado atrás, es hora del despeque de Rocketman.
Bautizada con el nombre de una de sus canciones más famosas Rocketman opta por el lenguaje del musical puro y duro para contarnos la historia de Elton John desde el descubrimiento de su talento como músico a muy corta edad hasta su decisión en los 80 de abandonar las drogas y alcohol antes de alcanzar un punto de no retorno.
Rocketman tiene un arranque que es puro Broadway, con un Elton John trasfigurado en ángel caído de manera literal, cuernos y alas incluídos, que se dispone a relatar en un grupo de terapia su ascenso al olimpo de la música y la posterior caída en su propio infierno personal, en medio de un vorágine de adicciones varias y carencias afectivas, desde unos padres de poca inteligencia emocional a un amante poco amigo de la monogamia. Una original forma de abrir una cinta más ópera rock que biografía al uso cuya partitura son toda una lista de éxitos que se van asociando a los estados de ánimo de su protagonista y que sonaran a más de uno aun no identificando de entrada esas canciones concretas con el cantante, desde las notas esquivas de un Candle in the wind que no llegamos a oir en su totalidad al I'm still standing cuyo videoclip se recrea al final de la película pasando
Recorrido por la trayectoria vital y musical del astro, con un exquisito toque frívolo y en ocasiones onírico al que contribuyen tanto la escenografía como un apabullante vestuario que pide un Óscar a gritos Rocketman no renuncia sin embargo a los episodios más oscuros de su vida como el consumo de drogas, sin la crudeza de otros géneros pero sin volver al rostro a otro lado, creando un fresco colorista en el que su protagonista es capaz de fusionar la irrealidad un poder casi suprahumano, como en el momento en que con su música hace levitar a toda la audiencia de uno de sus primeros conciertos, con la mayor fragilidad.
Pero dejando de lado una puesta en escena que realmente logra absorber al espectador la gran baza de la cinta son sus actores. Dejando de lado unos parecidos que casi se limitan al departamento de peluquería (oir a Taron Egerton que está gordo es como una puñalada trapera a los esclavos de la dieta) los intérpretes que dan vida al protagonista, desde los más jóvenes que interpretan al Elton John niño y preadolescente al adulto consiguen realmente hacer suyo el personaje y dar el do de pecho demostrando que no es necesario parecerse o hacer una mera imitación vocal sino captar el espíritu del personaje y eso es algo que logran de sobra. A ellos sumarle toda una pléyade de secundarios con unos cuantos rostros conocidos que saben ser el coro perfecto de una historia en la que la música es toda una tabla de salvación.
Una fantasía alocada de maravilloso envoltorio y una historia de caída y superación (aunque esta no lleguemos a verla en todo su esplendor en la pantalla, reducida prácticamente a un renacimiento en forma de canción y traje blanco) que consiguen suscitar el interés para un artista que para muchos simplemente es todavía el tipo que cantó en el funeral de Lady Di, consiguiendo enseñarnos la cara más brillante y más oscura del ídolo. Imprescindible para los amantes del musical...y para aquellos que se dejaron arrastrar por esa vorágine llamada Bohemian rhapsody cuya sombra es ya tan alargada...Rocketman es muy distinta en espíritu pero consigue al igual que esta lo que pretende: dejarnos arrebatar por el poder de la música.
Rocketman llega a los cines el 31 de mayo.
Bautizada con el nombre de una de sus canciones más famosas Rocketman opta por el lenguaje del musical puro y duro para contarnos la historia de Elton John desde el descubrimiento de su talento como músico a muy corta edad hasta su decisión en los 80 de abandonar las drogas y alcohol antes de alcanzar un punto de no retorno.
Rocketman tiene un arranque que es puro Broadway, con un Elton John trasfigurado en ángel caído de manera literal, cuernos y alas incluídos, que se dispone a relatar en un grupo de terapia su ascenso al olimpo de la música y la posterior caída en su propio infierno personal, en medio de un vorágine de adicciones varias y carencias afectivas, desde unos padres de poca inteligencia emocional a un amante poco amigo de la monogamia. Una original forma de abrir una cinta más ópera rock que biografía al uso cuya partitura son toda una lista de éxitos que se van asociando a los estados de ánimo de su protagonista y que sonaran a más de uno aun no identificando de entrada esas canciones concretas con el cantante, desde las notas esquivas de un Candle in the wind que no llegamos a oir en su totalidad al I'm still standing cuyo videoclip se recrea al final de la película pasando
Recorrido por la trayectoria vital y musical del astro, con un exquisito toque frívolo y en ocasiones onírico al que contribuyen tanto la escenografía como un apabullante vestuario que pide un Óscar a gritos Rocketman no renuncia sin embargo a los episodios más oscuros de su vida como el consumo de drogas, sin la crudeza de otros géneros pero sin volver al rostro a otro lado, creando un fresco colorista en el que su protagonista es capaz de fusionar la irrealidad un poder casi suprahumano, como en el momento en que con su música hace levitar a toda la audiencia de uno de sus primeros conciertos, con la mayor fragilidad.
Pero dejando de lado una puesta en escena que realmente logra absorber al espectador la gran baza de la cinta son sus actores. Dejando de lado unos parecidos que casi se limitan al departamento de peluquería (oir a Taron Egerton que está gordo es como una puñalada trapera a los esclavos de la dieta) los intérpretes que dan vida al protagonista, desde los más jóvenes que interpretan al Elton John niño y preadolescente al adulto consiguen realmente hacer suyo el personaje y dar el do de pecho demostrando que no es necesario parecerse o hacer una mera imitación vocal sino captar el espíritu del personaje y eso es algo que logran de sobra. A ellos sumarle toda una pléyade de secundarios con unos cuantos rostros conocidos que saben ser el coro perfecto de una historia en la que la música es toda una tabla de salvación.
Una fantasía alocada de maravilloso envoltorio y una historia de caída y superación (aunque esta no lleguemos a verla en todo su esplendor en la pantalla, reducida prácticamente a un renacimiento en forma de canción y traje blanco) que consiguen suscitar el interés para un artista que para muchos simplemente es todavía el tipo que cantó en el funeral de Lady Di, consiguiendo enseñarnos la cara más brillante y más oscura del ídolo. Imprescindible para los amantes del musical...y para aquellos que se dejaron arrastrar por esa vorágine llamada Bohemian rhapsody cuya sombra es ya tan alargada...Rocketman es muy distinta en espíritu pero consigue al igual que esta lo que pretende: dejarnos arrebatar por el poder de la música.
Rocketman llega a los cines el 31 de mayo.
AIRES DE BELMONTE
Listas negras, códigos morales, nombres que brillaron como estrellas y cayeron en la sombra...muchas son las facetas de la censura cinematográfica. En el caso de Hollywood es sencillo ponerle rostro, una cara que adoraba la pantalla y que algo ajeno al mundo de los sueños se llevó.
Desprovista de esa pátina dorada las garras de la censura hicieron mella, tanto en estrenos extranjeros como patrios, en la cinematografía española (con casos tan indescriptibles como el doblaje de Mogambo) y no cuesta encontrar fácilmente un nombre: El crimen de Cuenca de Pilar Miró, una película que para muchos había nacido con la marca de Caín. Para recordar la historia de esta película, que por suerte como en el cine de Hollywood tuvo final feliz, llega Regresa el Cepa.
Cuarenta años han pasado de su rodaje pero El crimen de Cuenca sigue siendo un nombre ineludible en la historia del cine español. Una cinta que hablaba sobre el abuso de poder, la libertad y la justicia y que irónicamente tuvo que luchar contra el primero para que prevalecieran ambas en plena democracia.
Regresa el Cepa vuelve de la mano de Guillermo Montesinos, el Cepa de la cinta original, a las tierras de Belmonte en las que se rodó para revelar un pequeño fresco de la creación del clásico en sus propios escenarios, pero sobre todo, a través de testimonios de amantes del cine, políticos, expertos en derecho e integrantes del equipo que filmó la película contar el difícil trance que vino después.
Toda una odisea que se alargaría más de año, entre juicios, cambios de calificación (la temida "S") y secuestros abarcando desde el estreno con gran éxito en el Festival de Berlín al embarazo de su directora, y que casi acabó con la distribución de una cinta valiente que causó honda impresión al publico que finalmente logró verla, muchos animados por la polémica arrastrada por un nombre que estaba ya en boca de todos.
El crimen de Cuenca creó todo un precedente en el cine de una España cuyo cine había sufrido durante décadas la fuerza de la tijera y que pensaba ya había superado esta oscura etapa para descubrir que todavía debía luchar un poco más por ella. Regresa el Cepa es un emotivo hoenaje que hará más de uno recordar y a otros conocer mejor un episodio que no llegamos a vivir. Una gran manera de conocer esa historia que si la olvidamos, quizás estemos condenados a repetirla.
Regresa el Cepa se estrena el 24 de mayo.
Desprovista de esa pátina dorada las garras de la censura hicieron mella, tanto en estrenos extranjeros como patrios, en la cinematografía española (con casos tan indescriptibles como el doblaje de Mogambo) y no cuesta encontrar fácilmente un nombre: El crimen de Cuenca de Pilar Miró, una película que para muchos había nacido con la marca de Caín. Para recordar la historia de esta película, que por suerte como en el cine de Hollywood tuvo final feliz, llega Regresa el Cepa.
Cuarenta años han pasado de su rodaje pero El crimen de Cuenca sigue siendo un nombre ineludible en la historia del cine español. Una cinta que hablaba sobre el abuso de poder, la libertad y la justicia y que irónicamente tuvo que luchar contra el primero para que prevalecieran ambas en plena democracia.
Regresa el Cepa vuelve de la mano de Guillermo Montesinos, el Cepa de la cinta original, a las tierras de Belmonte en las que se rodó para revelar un pequeño fresco de la creación del clásico en sus propios escenarios, pero sobre todo, a través de testimonios de amantes del cine, políticos, expertos en derecho e integrantes del equipo que filmó la película contar el difícil trance que vino después.
Toda una odisea que se alargaría más de año, entre juicios, cambios de calificación (la temida "S") y secuestros abarcando desde el estreno con gran éxito en el Festival de Berlín al embarazo de su directora, y que casi acabó con la distribución de una cinta valiente que causó honda impresión al publico que finalmente logró verla, muchos animados por la polémica arrastrada por un nombre que estaba ya en boca de todos.
El crimen de Cuenca creó todo un precedente en el cine de una España cuyo cine había sufrido durante décadas la fuerza de la tijera y que pensaba ya había superado esta oscura etapa para descubrir que todavía debía luchar un poco más por ella. Regresa el Cepa es un emotivo hoenaje que hará más de uno recordar y a otros conocer mejor un episodio que no llegamos a vivir. Una gran manera de conocer esa historia que si la olvidamos, quizás estemos condenados a repetirla.
Regresa el Cepa se estrena el 24 de mayo.
martes, 21 de mayo de 2019
SIN DERECHO A ROCE
El tema del acosador está llamado a convertirse en un género por derecho propio. No importa si se trata de personas más o menos cercanas como parejas despechadas (Atracción fatal) o ya directamente de home invaders (Los extraños) que el miedo al otro, lejos ya de matices fantásticos, nos ha dejado un buen puñado de cintas de interés variable. Tras pasar unos cuantos años lejos de la gran pantalla desde el estreno de Byzantium allá por 2012 Neil Jordan regresa para contarnos una nueva historia de gente que no es lo que parece con La viuda.
Bautizada con mayor acierto creo como Greta, algo que se ha perdido al estrenarla en castellano, ya que este es el personaje que va a dominar desde su arranque la película, aun cuando solo la conozcamos a través de un bolso perdido en un vagón de metro, La viuda es una perturbadora fábula sobre la soledad.
Coqueteando con el thriller y el terror la película empieza como muchas, con una historia cotidiana que desencadena el que parece un afortunado encuentro, el de una mujer madura sola y una joven todavía destrozada por la reciente muerte de su madre, que parecen encontrar en su amistad un bálsamo para el dolor de ambas. Pero pronto las cartas se pondrán sobre la masa, en el primero de los impactantes giros que van a sacudir periódicamente la cinta, convirtiéndose poco a poco en una pesadilla de esas que harían relamerse a más de un psicólogo con pocos escrúpulos y minuta alta.
La viuda presenta un planteamiento sencillo, bebiendo de dos personajes antagónicos cuyas intérpretes saben dar lo mejor de sí. Una Chloë Grace Moretz que se resiste a ser la víctima perfecta pero a la que en ocasiones le vence su propia fragilidad y una Isabelle Huppert que está sencillamente deliciosa como inquietante ladrona de cariño con un buen de puñado de fantasmas en el armario, debatiéndose entre el histrionismo corporal y el hieratismo facial más extremo, haciendo una construcción de personaje que consigue sorprendernos cada vez más a medida avanza el metraje. Dos generaciones de actrices que consiguen dar credibilidad a una película que en otras manos podría antojarse forzada en el cúmulo de sorpresas que presenta pero de la que saben salir ambas más que airosas.
Una película rodada con mimo. Con atención a los detalles, con unos primeros planos que ayudan al juego con el espectador (esas tazas de café o la torre Eiffel cuya estabilidad consigue a sembrar el nerviosismo en pleno desenlace) y una dirección artística menos casual de lo que se nos puede antojar en un primer momento (como ese baúl que va a resultar relevante y que parece querer decir mucho, mucho más). Una cinta construída gracias a elementos eficaces, que consigue mantener una tensión in crescendo durante su práctica totalidad con una historia que, aunque creamos conocerla ya, se va apoderando del espectador poco a poco. La viuda es una de esas películas que entusiasma a los fans del género, con escenas tan llamativas como la del cortapastas (y no diré más) pero que consigue conquistar a aquellos que simplemente se dejan enganchar por una historia absorbente, de esas que consiguen alejarte un par de horas de cualquier realidad fuera de la sala de cine.
La viuda (Greta) llega a las pantallas españolas el 24 de marzo.
Bautizada con mayor acierto creo como Greta, algo que se ha perdido al estrenarla en castellano, ya que este es el personaje que va a dominar desde su arranque la película, aun cuando solo la conozcamos a través de un bolso perdido en un vagón de metro, La viuda es una perturbadora fábula sobre la soledad.
Coqueteando con el thriller y el terror la película empieza como muchas, con una historia cotidiana que desencadena el que parece un afortunado encuentro, el de una mujer madura sola y una joven todavía destrozada por la reciente muerte de su madre, que parecen encontrar en su amistad un bálsamo para el dolor de ambas. Pero pronto las cartas se pondrán sobre la masa, en el primero de los impactantes giros que van a sacudir periódicamente la cinta, convirtiéndose poco a poco en una pesadilla de esas que harían relamerse a más de un psicólogo con pocos escrúpulos y minuta alta.
La viuda presenta un planteamiento sencillo, bebiendo de dos personajes antagónicos cuyas intérpretes saben dar lo mejor de sí. Una Chloë Grace Moretz que se resiste a ser la víctima perfecta pero a la que en ocasiones le vence su propia fragilidad y una Isabelle Huppert que está sencillamente deliciosa como inquietante ladrona de cariño con un buen de puñado de fantasmas en el armario, debatiéndose entre el histrionismo corporal y el hieratismo facial más extremo, haciendo una construcción de personaje que consigue sorprendernos cada vez más a medida avanza el metraje. Dos generaciones de actrices que consiguen dar credibilidad a una película que en otras manos podría antojarse forzada en el cúmulo de sorpresas que presenta pero de la que saben salir ambas más que airosas.
Una película rodada con mimo. Con atención a los detalles, con unos primeros planos que ayudan al juego con el espectador (esas tazas de café o la torre Eiffel cuya estabilidad consigue a sembrar el nerviosismo en pleno desenlace) y una dirección artística menos casual de lo que se nos puede antojar en un primer momento (como ese baúl que va a resultar relevante y que parece querer decir mucho, mucho más). Una cinta construída gracias a elementos eficaces, que consigue mantener una tensión in crescendo durante su práctica totalidad con una historia que, aunque creamos conocerla ya, se va apoderando del espectador poco a poco. La viuda es una de esas películas que entusiasma a los fans del género, con escenas tan llamativas como la del cortapastas (y no diré más) pero que consigue conquistar a aquellos que simplemente se dejan enganchar por una historia absorbente, de esas que consiguen alejarte un par de horas de cualquier realidad fuera de la sala de cine.
La viuda (Greta) llega a las pantallas españolas el 24 de marzo.
domingo, 19 de mayo de 2019
GHOST AND BREAKFAST
Conocer la cultura japonesa es para más de uno asomarse a otro mundo. Y lo más sorprendente es como ha logrado fusionar lo más tradicional con lo más moderno sin que chirríe un ápice. La última muestra llega con el envoltorio animado de Okko, el hostal y sus fantasmas.
Como la mayor parte del anime más reciente nos encontramos ante una cinta visualmente intachable, con un magnífico diseño de escenarios, animación de personajes y empleo de la luz y el color. Bajo esta superficie la historia de superación de una huérfana reciente para ayudar a su abuela cómo joven encargada en el ryokan que esta regenta en un pequeño pueblo. Una trama a la que nos tiene más que acostumbrados el cine de animación nipón (aunque puede cambiarse ser encargada por ganar el campeonato de algo, aprobar el acceso a la universidad o convertirse en el más fuerte del universo conocido, con o sin armadura), aunque sigue chocando (y con razón) tanto esfuerzo y abnegación para un trabajo de adultos por parte de una niña de corta edad, así como, en el caso que nos ocupa, el sometimiento a los deseos de unos clientes a los que en ocasiones solo les falta escupir a los pobres trabajadores del hostal (y con el.plus de ni dejar propina)...de no tratarse de una cinta animada y una historia ficticia hasta podríamos hablar de explotación laboral en general e infantil en particular...
Pero éticas aparte, y dejando de lado aspectos tan propios por otro lado del anime como los forzados aspavientos de sus personajes o ese inclasificable momento Pretty woman que dejaremos el espectador descubra por si mismo, Okko, el hostal y sus fantasmas es un sentimental viaje por el proceso de duelo, con personajes carismáticos y unas cucharaditas de fantasía que le sientan francamente bien. Cierto que la sombra de El viaje de Chihiro es alargada (es más, durante la escena de las compras Okko vestirá un atuendo muy similar al de Chihiro) y que esta nueva película está lejos de esta obra maestra pero estamos ante una cinta tan entretenida como de bella factura, quizás más afín en espíritu a los niños más creciditos pero que sabe satisfacer los apetitos del amante del cine japonés animado independientemente de su edad.
Okko, el hostal y sus fantasmas llega a las pantallas españolas el 31 de mayo.
viernes, 17 de mayo de 2019
SU MADRE
El cine nos ha malacostumbrado a los chicos buenos. Héroes musculosos, de mandíbula esculpida, que a pesar de dudas existenciales que darían para llenar varios manuales de psicología solo se desvían del camino recto por chantaje, brujería o amor de cuento de hadas. Pero aquellos que además de amar el séptimo arte adoramos el noveno sabemos que los seres con superpoderes no son siempre lo que parecen, que un supervillano puede asumir protagonismo sin despeinarse e incluso haciéndonos creer que es un héroe, como pisos ver en el gran arranque de Thunderbolts o en Runaways. Ahora si, es el momento de enfrentarse a El hijo.
Un hogar acogedor. Padres cariñosos y comprensivos. Una compañera de clase que anima cuando los abusones se sobrepasan. Un secreto. Un nombre y un apellido cuyas iniciales coinciden. Y por supuesto poderes más allá de toda comprensión. Los ingredientes adecuados para crear un superhéroe de manual, y más si le sumamos la muerte de un ser querido...quién dice padre dice tío o similar. Pero ¿que pasa cuando el elemento discordante, el que hace que nuestro héroe se convierta en lo que debe ser, es él mismo?. Que puede que no estemos ante el relato de iniciación de un Superman o Spiderman cualquiera, sino de un supervillano.
El hijo puede parecer una cinta de superhéroes pero no nos dejemos engañar. Nos encontramos ante un auténtico cuento de terror. Una historia más cercana al cine de niños poseídos que al de aventuras juveniles que usa la excusa del huérfano espacial que asume su destino para sumergirnos en una historia llena de violencia explícita que sorprenderá al espectador menos curtidos con algunas de las escenas más gore del último cine comercial.
Sin duda le va a ser difícil a una cinta de estas características encontrar su público potencial. Una delicia para amantes del cine de terror original pero una película que puede echar atrás a más de un amante del cine superheroico despistado que acuda a disfrutar de una más de tíos en mallas que luchan por el cosmos. Y no hablamos ya de preadolescentes cautivados por éxitos recientes como Vengadores: Endgame que se pueden encontrar una pesadilla en toda regla.
Pero independientemente de esta cuestión El hijo es una cinta con una idea primegenia que, sin ser lo más original del mundo, consigue enganchar, aunque nos quede la ligera sensación de encontrarnos ante el piloto de una nueva serie de éxito, haciendo que le perdonemos matices como personajes que pierden relevancia de repente (o simplemente desaparecen), metáforas poco sutiles (esas abejas y avispas...)excesiva linealidad de su segunda parte o el diseño de máscara más feo del último cine de superhéroes (y casi diríamos de home invaders). Nos quedamos con el buen sabor de boca de un cuento perverso que abre el apetito de una segunda parte, una apuesta original que pervierte simultáneamente y con éxito dos géneros. Creerás que un hombre puede volar...para sembrar el caos.
El hijo llega a los cines españoles el 24 de mayo.
Un hogar acogedor. Padres cariñosos y comprensivos. Una compañera de clase que anima cuando los abusones se sobrepasan. Un secreto. Un nombre y un apellido cuyas iniciales coinciden. Y por supuesto poderes más allá de toda comprensión. Los ingredientes adecuados para crear un superhéroe de manual, y más si le sumamos la muerte de un ser querido...quién dice padre dice tío o similar. Pero ¿que pasa cuando el elemento discordante, el que hace que nuestro héroe se convierta en lo que debe ser, es él mismo?. Que puede que no estemos ante el relato de iniciación de un Superman o Spiderman cualquiera, sino de un supervillano.
El hijo puede parecer una cinta de superhéroes pero no nos dejemos engañar. Nos encontramos ante un auténtico cuento de terror. Una historia más cercana al cine de niños poseídos que al de aventuras juveniles que usa la excusa del huérfano espacial que asume su destino para sumergirnos en una historia llena de violencia explícita que sorprenderá al espectador menos curtidos con algunas de las escenas más gore del último cine comercial.
Sin duda le va a ser difícil a una cinta de estas características encontrar su público potencial. Una delicia para amantes del cine de terror original pero una película que puede echar atrás a más de un amante del cine superheroico despistado que acuda a disfrutar de una más de tíos en mallas que luchan por el cosmos. Y no hablamos ya de preadolescentes cautivados por éxitos recientes como Vengadores: Endgame que se pueden encontrar una pesadilla en toda regla.
Pero independientemente de esta cuestión El hijo es una cinta con una idea primegenia que, sin ser lo más original del mundo, consigue enganchar, aunque nos quede la ligera sensación de encontrarnos ante el piloto de una nueva serie de éxito, haciendo que le perdonemos matices como personajes que pierden relevancia de repente (o simplemente desaparecen), metáforas poco sutiles (esas abejas y avispas...)excesiva linealidad de su segunda parte o el diseño de máscara más feo del último cine de superhéroes (y casi diríamos de home invaders). Nos quedamos con el buen sabor de boca de un cuento perverso que abre el apetito de una segunda parte, una apuesta original que pervierte simultáneamente y con éxito dos géneros. Creerás que un hombre puede volar...para sembrar el caos.
El hijo llega a los cines españoles el 24 de mayo.
miércoles, 15 de mayo de 2019
LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE ARGUMENTOS
De esa corriente que más de uno denomina "terror de risa" he de reconocer que una de mis favoritas es Shawn of de dead, o como creativamente se tradujo aquí (o más bien simple e incomprensiblemente se cambió porque sí...castellano tampoco es) Zombies party. Una película que supo coger uno de los tópicos de la comedia romántica (chico pierde chica...pero no se rinde) para introducir a sus personajes en un alocado apocalipsis zombie. Los primeros minutos de El año de la plaga nos pueden hacer pensar brevemente en esta pequeña joyita que abrió la llamada Trilogía del cornetto...lástima que la primera impresión no sea todo.
Basada en la novela homónima de Marc Pastor la película nos lleva casi inmediatamente al terreno de La invasión de los ladrones de cuerpos, aunque para nuestra desgracia más cercana en resultado (y es que en versiones ya van...) a la más reciente The invasion que al clásico de Don Siegel, con una amenaza vegetal al parecer llegada de otro planeta dispuesta a ir sustituyendo a los seres humanos por inquietantes copias. Lejana ya a metáforas políticas El año de la plaga no acaba de decidirse por sumergirse en el terror o la comedia, con algún chiste carente de gracia (esa referencia a la anestesia) y unas escenas pretendiamente inquietantes que parecen más parodia de los villanos de La invasión de los ultracuerpos, con unos seres que abren la boca y emiten un sonido similar al bufido de gato. Ni siquiera logra ser eficaz en los momentos más profundos de la cinta como su final (que por supuesto aquí no desvelaremos) o esas líneas de boca del personaje de Lázsló, la voz de la sabiduría de la historia) en torno a la falta de humanidad que sencillamente hacen que el espectador medio se sonroje. Y mucho.
Ambiciosa, con referencias constantes a películas del género ya sea en sus diálogos como en algunas escenas clave de su trama (no es difícil hallar ecos de películas como El amanecer de los muertos o Guerra Mundial Z), El año de la plaga es una cinta que desde su arranque pretende romper la cuarta pared, auque apenas consigue arañarla. Una película pobremente hilada, en la que nos cuesta tanto empatizar con los personajes como realmente comprender algunas de las motivaciones y reacciones de estos por una ausencia casi total de lógica en muchos momentos que nos saca completamente de la trama.
El año de la plaga aspira a mucho. A crear una historia romántica bebiendo de las aguas del género pero el resultado es desafortunado. Puede resultar entretenida a ratos, pero los auténticos fans del fantástico resultarán algo más que defraudados, y una puesta en escena descuidada y un guión pobre en coherencia y rico en tópicos no ayudan a salvar una película que no acaba de encontrar su propio lenguaje. Una lástima para aquellos que sabemos que el fantástico español saba dar mucho de sí...y estamos sedientos de nuevas joyas.
El año de la plaga llega a los cines el 17 de mayo
Basada en la novela homónima de Marc Pastor la película nos lleva casi inmediatamente al terreno de La invasión de los ladrones de cuerpos, aunque para nuestra desgracia más cercana en resultado (y es que en versiones ya van...) a la más reciente The invasion que al clásico de Don Siegel, con una amenaza vegetal al parecer llegada de otro planeta dispuesta a ir sustituyendo a los seres humanos por inquietantes copias. Lejana ya a metáforas políticas El año de la plaga no acaba de decidirse por sumergirse en el terror o la comedia, con algún chiste carente de gracia (esa referencia a la anestesia) y unas escenas pretendiamente inquietantes que parecen más parodia de los villanos de La invasión de los ultracuerpos, con unos seres que abren la boca y emiten un sonido similar al bufido de gato. Ni siquiera logra ser eficaz en los momentos más profundos de la cinta como su final (que por supuesto aquí no desvelaremos) o esas líneas de boca del personaje de Lázsló, la voz de la sabiduría de la historia) en torno a la falta de humanidad que sencillamente hacen que el espectador medio se sonroje. Y mucho.
Ambiciosa, con referencias constantes a películas del género ya sea en sus diálogos como en algunas escenas clave de su trama (no es difícil hallar ecos de películas como El amanecer de los muertos o Guerra Mundial Z), El año de la plaga es una cinta que desde su arranque pretende romper la cuarta pared, auque apenas consigue arañarla. Una película pobremente hilada, en la que nos cuesta tanto empatizar con los personajes como realmente comprender algunas de las motivaciones y reacciones de estos por una ausencia casi total de lógica en muchos momentos que nos saca completamente de la trama.
El año de la plaga aspira a mucho. A crear una historia romántica bebiendo de las aguas del género pero el resultado es desafortunado. Puede resultar entretenida a ratos, pero los auténticos fans del fantástico resultarán algo más que defraudados, y una puesta en escena descuidada y un guión pobre en coherencia y rico en tópicos no ayudan a salvar una película que no acaba de encontrar su propio lenguaje. Una lástima para aquellos que sabemos que el fantástico español saba dar mucho de sí...y estamos sedientos de nuevas joyas.
El año de la plaga llega a los cines el 17 de mayo
martes, 14 de mayo de 2019
NIPOLEÑOS
El calorcito veraniego llega este año con aires nipones. Los días 15 y 16 de junio tendrá lugar el ya cuarto Madrid Otaku en el Pabellón de cristal de la casa de campo de Madrid.
Una edición que entre sus novedades contará con mayor espacio así como con medidas para facilitar la inclusión de las personas sordas a las actividades, con intérpretes de lengua de signos en las charlas.
Con un cartel con aroma de Tanabata diseñado por Makoushi, autor también de los carteles de los anteriores Madrid Otaku, se presenta un evento que contará con múltiples invitados, incluído el propio Makoushi, como la ilustradora Hellyon White, los cosplayers Knitemaya, Jill Styler y Yumi Akai, el actor y DJ Tomotaka Misawa, que nos deleitará con uno de sus espectáculos, el doblador y cantante Itsfandub time, el compositor y escritor Sunamori Taketeru, el escritor Carlos Gracia Garzón, la cantante Nana Okabe o, repitiendo, el grupo Iron attack.
Además, para los interesados, ya están abiertas las convocatorias de concursos como el de Dance o el de manga 4-koma.
Es el momento de ir apuntando la cita en el calendario...en menos de un mes Madrid tiene una cita con la cultura japonesa.
Más info y venta de entradas en https://madridotaku.com/
Una edición que entre sus novedades contará con mayor espacio así como con medidas para facilitar la inclusión de las personas sordas a las actividades, con intérpretes de lengua de signos en las charlas.
Con un cartel con aroma de Tanabata diseñado por Makoushi, autor también de los carteles de los anteriores Madrid Otaku, se presenta un evento que contará con múltiples invitados, incluído el propio Makoushi, como la ilustradora Hellyon White, los cosplayers Knitemaya, Jill Styler y Yumi Akai, el actor y DJ Tomotaka Misawa, que nos deleitará con uno de sus espectáculos, el doblador y cantante Itsfandub time, el compositor y escritor Sunamori Taketeru, el escritor Carlos Gracia Garzón, la cantante Nana Okabe o, repitiendo, el grupo Iron attack.
Además, para los interesados, ya están abiertas las convocatorias de concursos como el de Dance o el de manga 4-koma.
Es el momento de ir apuntando la cita en el calendario...en menos de un mes Madrid tiene una cita con la cultura japonesa.
Más info y venta de entradas en https://madridotaku.com/
lunes, 13 de mayo de 2019
EL NIÑO DEL AVERNO
Antes de Iron man, antes de Los Vengadores. Cuando el todavía reciente Hulk de Ang Lee hacia presagiar un futuro incierto para las adaptaciones de cómics en general ( y de Marvel en particular) apareció Hellboy. El carismático héroe de Mignola llegó de la mano del hoy oscarizado Guillermo del Toro con una historia de aventura y fantasía que nos dejó un buen sabor de boca. Pero el tiempo pasa, y Hellboy todavía tiene mucho que decir. No es sólo, parafraseando a otro héroe de cómic, la hora de las tortas. Es la hora del reboot.
Justo cuando nuestro diablillo favorito cumple 25 añazos ( motivo por el que también se ha reeditado su primera aventura en blanco y negro y formato gigante) Hellboy cambia de rostro y director para contarnos, con la excusa de la amenaza de una temible bruja que se recupera de un castigo horrible para volver y atormentar a toda la humanidad, la historia de un ser sobrenatural que descubre sus orígenes y su posible terrible destino.
Una nueva presentación del personaje en toda regla, optando por un estilo más grotesco y humorístico que su anterior encarnación, aunque conecte con este a través del pequeño homenaje al mundo de la lucha libre más bizarra con el que se abre la cinta.
Hellboy es una película que gana en su intrascendencia. Una película que es puro cine de evasión destaca en las numerosas peleas entre nuestro héroe y toda una retahíla de monstruos, de vampiros a gigantes. Unas luchas con un toque gore un tanto light pero que son lo mejor de una cinta que lamentablemente desaprovecha mucho de las bazas de las que dispone, perdiéndose entre tramas pseudoartúricas y humor de baratillo entre unos efectos especiales que en más de una ocasión dejan mucho que desear.
En absoluto se puede decir que esta nueva aventura del diablo roja sea aburrida, y hay que reconocer buenas ideas como traer a la pantalla personajes como Bogavante Johnson o Baba Yaga. Pero también estamos ante una película demasiado ambiciosa, con actores en ocasiones sobreactuados ( y que en su versión original intentan hablar en un castellano casi incomprensible), planos torpes y un guión que en ocasiones va directamente a bandazos.
Hellboy es una película que aspira a mucho, e intenta sembrar la semilla del nuevo despertar de la franquicia, pero queda como un divertimento más o menos eficaz para completistas, ligeramente dulcificado por el prisma hollywoodense y que apetece más disfrutarse en grupo y si es posible con muchas palomitas.
Solo un último apunte: por favor quedaos hasta el final. A diferencia del último megahit de Marvel Hellboy si tiene escena postcréditos...y se aceptan interpretaciones.
Hellboy llega a las pantallas españolas el 17 de mayo.
Justo cuando nuestro diablillo favorito cumple 25 añazos ( motivo por el que también se ha reeditado su primera aventura en blanco y negro y formato gigante) Hellboy cambia de rostro y director para contarnos, con la excusa de la amenaza de una temible bruja que se recupera de un castigo horrible para volver y atormentar a toda la humanidad, la historia de un ser sobrenatural que descubre sus orígenes y su posible terrible destino.
Una nueva presentación del personaje en toda regla, optando por un estilo más grotesco y humorístico que su anterior encarnación, aunque conecte con este a través del pequeño homenaje al mundo de la lucha libre más bizarra con el que se abre la cinta.
Hellboy es una película que gana en su intrascendencia. Una película que es puro cine de evasión destaca en las numerosas peleas entre nuestro héroe y toda una retahíla de monstruos, de vampiros a gigantes. Unas luchas con un toque gore un tanto light pero que son lo mejor de una cinta que lamentablemente desaprovecha mucho de las bazas de las que dispone, perdiéndose entre tramas pseudoartúricas y humor de baratillo entre unos efectos especiales que en más de una ocasión dejan mucho que desear.
En absoluto se puede decir que esta nueva aventura del diablo roja sea aburrida, y hay que reconocer buenas ideas como traer a la pantalla personajes como Bogavante Johnson o Baba Yaga. Pero también estamos ante una película demasiado ambiciosa, con actores en ocasiones sobreactuados ( y que en su versión original intentan hablar en un castellano casi incomprensible), planos torpes y un guión que en ocasiones va directamente a bandazos.
Hellboy es una película que aspira a mucho, e intenta sembrar la semilla del nuevo despertar de la franquicia, pero queda como un divertimento más o menos eficaz para completistas, ligeramente dulcificado por el prisma hollywoodense y que apetece más disfrutarse en grupo y si es posible con muchas palomitas.
Solo un último apunte: por favor quedaos hasta el final. A diferencia del último megahit de Marvel Hellboy si tiene escena postcréditos...y se aceptan interpretaciones.
Hellboy llega a las pantallas españolas el 17 de mayo.
domingo, 12 de mayo de 2019
CON Z DE DIVERZIÓN
Carlos Palencia y Verá Montessori lo han vuelto a hacer. Y por la puerta grande. Tras pasar por sedes tan dispares como el cine Artistic Metropol o la sala El chico feo el céntrico Palacio de la prensa acoge el espectáculo VHZ.
Para aquellos que hayan vivido en Marte los últimos cuatro años o simplemente no estén muy seguros de a qué me refiero VHZ es todo un viaje (algún exaltado o aficionado a los símiles de tono grueso casi diría una colonoscopia) por lo más bizarro del séptimo arte, de aquellas películas que brillan por su rol de comedia involuntaria y que, simplemente, no recomendamos ver solos, por su salud mental, más que nada.
El nuevo VHZ nos devuelvea un buen puñado de viejos conocidos: trailers de traca, dinosaurios de baratillo, robots creados en clase de manualidades o el Batman de Adam West, pero también trae novedades como una sección dedicada al mundo de los carteles más incomprensibles del cosmos ( una vez visto el de Aladdin nunca se vuelve a ser el mismo) o la incorporación de un invitado VIP que comentará su cutrescena favorita de la gran o pequeña pantalla (que irá cambiando...la primera noche la youtuber Abi Power con un corte de Compañeros...si, ese Compañeros).
VHZ ha vuelto. Y su z puede que no se ajuste a ningún baremo ortográfico, pero jamás podrá asociarse a la onomatopeya del ronquido.
VHZ vuelve el 21 de junio a las 23:30h.
Para aquellos que hayan vivido en Marte los últimos cuatro años o simplemente no estén muy seguros de a qué me refiero VHZ es todo un viaje (algún exaltado o aficionado a los símiles de tono grueso casi diría una colonoscopia) por lo más bizarro del séptimo arte, de aquellas películas que brillan por su rol de comedia involuntaria y que, simplemente, no recomendamos ver solos, por su salud mental, más que nada.
El nuevo VHZ nos devuelvea un buen puñado de viejos conocidos: trailers de traca, dinosaurios de baratillo, robots creados en clase de manualidades o el Batman de Adam West, pero también trae novedades como una sección dedicada al mundo de los carteles más incomprensibles del cosmos ( una vez visto el de Aladdin nunca se vuelve a ser el mismo) o la incorporación de un invitado VIP que comentará su cutrescena favorita de la gran o pequeña pantalla (que irá cambiando...la primera noche la youtuber Abi Power con un corte de Compañeros...si, ese Compañeros).
VHZ ha vuelto. Y su z puede que no se ajuste a ningún baremo ortográfico, pero jamás podrá asociarse a la onomatopeya del ronquido.
VHZ vuelve el 21 de junio a las 23:30h.
jueves, 9 de mayo de 2019
MAGICAL INDIAN TOUR
Nos encontramos ante uno de esos títulos con engaño. Nuestro protagonista viaja de la India a París, pero en avión. Después el azaroso destino (o el karma, según se mire) le hace viajar a Inglaterra a bordo del mueble del título para redondear más adelante el viaje visitando (por llamarlo de algún modo) Barcelona, Roma y Libia de modos todavía más sorprendentes. Y ni siquiera este será el final de un viaje supuestamente De la India a París en un armario de Ikea.
Bautizada originalmente como El extraordinario viaje del fakir (The extraordinary journey of the fakir...aunque la novela en la que se basa tiene el completísimo título de El increíble viaje del fakir que se quedó atrapado en un armario de Ikea, obra de Romain Puértolas ) nuestra historia arranca como una fábula en toda regla, no solo por su tono sino porque su propio protagonista se dispone a narrar a tres adolescentes en un peliagudo brete que puede llevarles a la cárcel la particular odisea que cambió su vida. Un comienzo que por ambientación a más de uno puede hacerle pensar en cintas como las oscarizadas La vida de Pi o Slumdog millionaire.
Pero la India solo es el comienzo. Nos encontramos ante todo un tour no solo por varias ciudades europeas, algunas más de postal como Roma y otras de las que apenas sí llegamos a oir el nombre como Barcelona, sino por varios géneros. Aunque su tono inicial, aunque su protagonista afirme que se dispone a relatar una tragedia, nos aproxime a la comedia encontramos un poco de todo, jugando incluso con una llamativa paleta de colores (incluso podemos ver en más de una ocasión al protagonista ataviado con ropa de los colores de la franquicia del título): algo de drama, una buena carga de cine romántico, un guiño al musical (tanto al estilo americano como al de Bollywood, que parece que lo pide a gritos) e incluso una buena taza de crítica social, con una reflexión sobre el drama de los refugiados y la inmigración un tanto edulcorada pero que va a ser clave para el desenlace de este particular cuento.
De la India a París en un armario de Ikea es una película que gana muchos enteros por el carisma de su actor principal, un Dhanush en su primer papel fuera de la cinematografía estrictamente hindú (aunque se trata de una coproducción franco-india-belga), un personaje omnipresente que destaca ante un grupo de secundarios que puede dar mucho juego pero pobremente esbozados como ese taxista capaz de leer el futuro en el tráfico, esa robaescenas que es la vaca de su familia o el propio objeto de sus amores, encarnado por la nominada al Óscar Bérénice Bejo.
Una cinta que funciona como el armario de Ikea de su título: tiene muchas piezas, todas encajan con mayor o menor facilidad y el resultado es más que correcto. Probablemente no es el mueble de nuestros sueños, pero nos da exactamente lo que necesitamos: una película entretenida, inverosimil pero bien orquestada, que nos regala hora y media de sonrisa con una pizquita de moraleja que podemos llevarnos fácilmente a casa.
De la India a París en un armario de Ikea llega a las pantallas españolas el 10 de mayo.
Bautizada originalmente como El extraordinario viaje del fakir (The extraordinary journey of the fakir...aunque la novela en la que se basa tiene el completísimo título de El increíble viaje del fakir que se quedó atrapado en un armario de Ikea, obra de Romain Puértolas ) nuestra historia arranca como una fábula en toda regla, no solo por su tono sino porque su propio protagonista se dispone a narrar a tres adolescentes en un peliagudo brete que puede llevarles a la cárcel la particular odisea que cambió su vida. Un comienzo que por ambientación a más de uno puede hacerle pensar en cintas como las oscarizadas La vida de Pi o Slumdog millionaire.
Pero la India solo es el comienzo. Nos encontramos ante todo un tour no solo por varias ciudades europeas, algunas más de postal como Roma y otras de las que apenas sí llegamos a oir el nombre como Barcelona, sino por varios géneros. Aunque su tono inicial, aunque su protagonista afirme que se dispone a relatar una tragedia, nos aproxime a la comedia encontramos un poco de todo, jugando incluso con una llamativa paleta de colores (incluso podemos ver en más de una ocasión al protagonista ataviado con ropa de los colores de la franquicia del título): algo de drama, una buena carga de cine romántico, un guiño al musical (tanto al estilo americano como al de Bollywood, que parece que lo pide a gritos) e incluso una buena taza de crítica social, con una reflexión sobre el drama de los refugiados y la inmigración un tanto edulcorada pero que va a ser clave para el desenlace de este particular cuento.
De la India a París en un armario de Ikea es una película que gana muchos enteros por el carisma de su actor principal, un Dhanush en su primer papel fuera de la cinematografía estrictamente hindú (aunque se trata de una coproducción franco-india-belga), un personaje omnipresente que destaca ante un grupo de secundarios que puede dar mucho juego pero pobremente esbozados como ese taxista capaz de leer el futuro en el tráfico, esa robaescenas que es la vaca de su familia o el propio objeto de sus amores, encarnado por la nominada al Óscar Bérénice Bejo.
Una cinta que funciona como el armario de Ikea de su título: tiene muchas piezas, todas encajan con mayor o menor facilidad y el resultado es más que correcto. Probablemente no es el mueble de nuestros sueños, pero nos da exactamente lo que necesitamos: una película entretenida, inverosimil pero bien orquestada, que nos regala hora y media de sonrisa con una pizquita de moraleja que podemos llevarnos fácilmente a casa.
De la India a París en un armario de Ikea llega a las pantallas españolas el 10 de mayo.
miércoles, 8 de mayo de 2019
LA GUERRA DE LA INOCENCIA
No sé por qué, pero de esos recuerdos de la historia de los Óscar que permanecen en mi memoria uno sin duda es cuando Kolya recibió el correspondiente a la mejor película extranjera. Curioso, porque a pesar de haber pasado más de 20 años no he logrado ver todavía la película. No obstante eso no ha sucedido con la última obra de su director, Jan Sverák. Hoy toca hablar de Lejos de Praga.
Un trasfondo amargo baña el film: el exilio forzoso de incontables familias a raíz del estallido de la II Guerra Mundial. Unos a países extranjeros. Otros con menos medios al campo, como es el caso de los protagonistas esta cinta.
Existiendo como hay tantas cintas dedicadas al gran conflicto bélico del siglo XX Lejos de Praga se aleja, valga la redundancia, del meollo de la guerra y se sumerge en las vivencias cotidianas de un pequeño y sus nuevos amigos después de que los padres de este decidan abandonar la capitl para instalarse en la vieja granja familiar. Un mundo nuevo en el que nunca perdemos de vista del todo la masacre que se está desarrollando más allá ( y que será clave en un desenlace que aquí no desvelaremos), lleno de secretos familiares y sorpresas no siempre agradables, pero en el que todavía hay lugar para la esperanza, la alegría y la inocencia, aún que sin llegar a niveles tan contrastados de fantasía y horror como en otra cinta oscarizada con guerra y niño como es La vida es bella.
Lejos de Praga tiene el aroma de unas largas vacaciones de verano y el sabor agridulce de el descubrimiento de la vida antes de la adolescencia. Una cinta alegre en el drama, con momentos tan hermosos como el paseo en carro por la nieve y personajes que intentan salvar lo más posible la pureza de los niños como ese maestro que intenta cubrir los anuncios sobre Hitler con una disertación sobre pájaros. Una Arcadia para niños en la que por supuesto hay espacio para la muerte, pero en la que hay mucho espacio para la esperanza en una generación que puede ayudar a superar los problemas de sus padres e incluso sus abuelos.
Lejos de Praga (Barefoot) llega a las pantallas españolas el 17 de mayo.
Un trasfondo amargo baña el film: el exilio forzoso de incontables familias a raíz del estallido de la II Guerra Mundial. Unos a países extranjeros. Otros con menos medios al campo, como es el caso de los protagonistas esta cinta.
Existiendo como hay tantas cintas dedicadas al gran conflicto bélico del siglo XX Lejos de Praga se aleja, valga la redundancia, del meollo de la guerra y se sumerge en las vivencias cotidianas de un pequeño y sus nuevos amigos después de que los padres de este decidan abandonar la capitl para instalarse en la vieja granja familiar. Un mundo nuevo en el que nunca perdemos de vista del todo la masacre que se está desarrollando más allá ( y que será clave en un desenlace que aquí no desvelaremos), lleno de secretos familiares y sorpresas no siempre agradables, pero en el que todavía hay lugar para la esperanza, la alegría y la inocencia, aún que sin llegar a niveles tan contrastados de fantasía y horror como en otra cinta oscarizada con guerra y niño como es La vida es bella.
Lejos de Praga tiene el aroma de unas largas vacaciones de verano y el sabor agridulce de el descubrimiento de la vida antes de la adolescencia. Una cinta alegre en el drama, con momentos tan hermosos como el paseo en carro por la nieve y personajes que intentan salvar lo más posible la pureza de los niños como ese maestro que intenta cubrir los anuncios sobre Hitler con una disertación sobre pájaros. Una Arcadia para niños en la que por supuesto hay espacio para la muerte, pero en la que hay mucho espacio para la esperanza en una generación que puede ayudar a superar los problemas de sus padres e incluso sus abuelos.
Lejos de Praga (Barefoot) llega a las pantallas españolas el 17 de mayo.
martes, 7 de mayo de 2019
DUELO A PARAGUAZOS
En un momento determinado Zhang Yimou, todo un nombre del cine de autor, decidió que su camino estaba en el cine decorte histórico, y si tiene artes marciales. Con algunas obra intermedia en las que ha vuelto a una ambientación más o menos contemporánea (al menos no con varios siglos de antigüedad) Zhang nos ha regalado obras como La casa de las dagas voladoras, Hero o La maldición de la flor dorada, amén de alguna fantasía más inclasificable como La gran muralla. Pues bien, ha vuelto, y lo hace con Sombra.
Sombra parte de una premisa que a alguno le puede hacer pensar falsamente en el Kagemusha de Kurosawa: la de un guerrero en horas bajas que, ante el dominio de un territorio amurallada por parte de un ejército rival, consigue que un pobre diablo hambriento de libertad tome su lugar, la sombra del título (¿o podríamos decir es al contrario) en el conflicto por la conquista. Una trama llena de juegos y traiciones con más de una sorpresa, especialmente en un desenlace rico en hemoglobina que por supuesto aquí no desvelaremos.
Pero lo que convierte a Sombra en algo completamente diferente es su cuidadísimo apartado visual. Haciendo eco de su título la película nos sumerge en toda una paleta de blancos, negros y grises de la que nos es difícil escapar. Con los ecos simbólicos de los colores del ying y el yang y conviertiendo a sus personajes en las piezas de un complicado ajedrez la películas solo deja escapar de este agujero casi negro los tonos de la carne, la sangre y una planta tan rica en simbolismos como es el bambú. Una dictadura cromática de la que solo consiguen alejarse, aunque sea brevemente los caídos y aquellos que, como su protagonista en los últimos momentos de la cinta , en su arco final y que, unida a una banda sonora poblada de instrumentos tradicionales, cotan a esta obra de una belleza increíble y un aspecto única. Igual de hermosos y apabullantes que eran los colores de películas como La casa de las dagas voladoras así son el blanco y el negro de Sombra, convirtiéndola en una pieza inconfundible e inolvidable, de una ambientación exquisita.
Sí, es posible que la trama exija cierta supensión de incredulidad por parte del espectador con armas tan fantásticas como los paraguas esgrimidos por uno de los dos ejércitos e increíbles luchas a cámara lenta que nos remiten a lo mejor del cine de artes marciales, en ocasiones con escenas tan enloquecidas como aquella en la que el grupo invasor ataca deslizándose sobre sus paraguas y casi convertidos en shurikens humanos pero la plasticidad y, casi podríamos decir, la emoción visual que genera hacen de esta una de esas cintas que exige ser vista en pantalla grande, una cinta ineludible para los amantes del cine oriental menos convencional y por supuesto para aquellos que echaban de menos al Zhang Yimou más grandielocuente y arriesgado.
Sombra llega a los cines el 17 de mayo.
Sombra parte de una premisa que a alguno le puede hacer pensar falsamente en el Kagemusha de Kurosawa: la de un guerrero en horas bajas que, ante el dominio de un territorio amurallada por parte de un ejército rival, consigue que un pobre diablo hambriento de libertad tome su lugar, la sombra del título (¿o podríamos decir es al contrario) en el conflicto por la conquista. Una trama llena de juegos y traiciones con más de una sorpresa, especialmente en un desenlace rico en hemoglobina que por supuesto aquí no desvelaremos.
Pero lo que convierte a Sombra en algo completamente diferente es su cuidadísimo apartado visual. Haciendo eco de su título la película nos sumerge en toda una paleta de blancos, negros y grises de la que nos es difícil escapar. Con los ecos simbólicos de los colores del ying y el yang y conviertiendo a sus personajes en las piezas de un complicado ajedrez la películas solo deja escapar de este agujero casi negro los tonos de la carne, la sangre y una planta tan rica en simbolismos como es el bambú. Una dictadura cromática de la que solo consiguen alejarse, aunque sea brevemente los caídos y aquellos que, como su protagonista en los últimos momentos de la cinta , en su arco final y que, unida a una banda sonora poblada de instrumentos tradicionales, cotan a esta obra de una belleza increíble y un aspecto única. Igual de hermosos y apabullantes que eran los colores de películas como La casa de las dagas voladoras así son el blanco y el negro de Sombra, convirtiéndola en una pieza inconfundible e inolvidable, de una ambientación exquisita.
Sí, es posible que la trama exija cierta supensión de incredulidad por parte del espectador con armas tan fantásticas como los paraguas esgrimidos por uno de los dos ejércitos e increíbles luchas a cámara lenta que nos remiten a lo mejor del cine de artes marciales, en ocasiones con escenas tan enloquecidas como aquella en la que el grupo invasor ataca deslizándose sobre sus paraguas y casi convertidos en shurikens humanos pero la plasticidad y, casi podríamos decir, la emoción visual que genera hacen de esta una de esas cintas que exige ser vista en pantalla grande, una cinta ineludible para los amantes del cine oriental menos convencional y por supuesto para aquellos que echaban de menos al Zhang Yimou más grandielocuente y arriesgado.
Sombra llega a los cines el 17 de mayo.
lunes, 6 de mayo de 2019
VIÑETA RUPESTRE DE MAYO
Después de unos cuantos días sumando festivos el mes de mayo por fin parece asentarse. Hora de otros asuntos como...las novedades de Dolmen.
Tras el mes de aniversario su revista de información homónima nos presenta un especial sobre un viejo conocido que este mes estrena la que está llamada a ser una de las películas de este mes y de paso sembrar más de una controversia: Hellboy. El que es ya su número 288 también trae reportajes sobre Iron man, el reciente festival de Barcelona y mucho, mucho más.
Pero este es solo el aperitivo...el noveno arte llega tras el antifaz de El hombre enmascarado con las tiras dominicales de 1965 a 1969 y el título Las arenas doradas de Keela-Wee, y en un espíritu afin, sin ser propiamente cómic el tomo Aprende a dibujar dragones de Miguel Ángel Saura. En plena cuenta atrás del final definitivo (a falta de precuelas, claro) de Juego de tronos, una oportunidad para tener nuestro propio dragón...en papel por supuesto.
A ello y para rematar tres novelas se suman al catálogo. El peregrino, nuevo libro de Alfonso Zamora, autor de De Madrid al Zielo, presenta una nueva historia de terror ambientada en el Camino de Santiago, mientras que la segunda enttega de Carne muerta de David Mateo y Anabel Gómez Heredia vuelve a un futuro apocalíptico. Por mares muy distintos Victoria de Rafael Marín nos acompaña a la odisea de Magallanes y Elcano en una trama de aventuras con gran fidelidad histórica.
Y para rematar la obra divulgativa Mallorca. Torres i talaies costaneres de Vincenç Sastre y Ángel Aparicio nos invita a conocer con hermosas ilustraciones el sistema defensivo de la costa mallorquina entre los siglos XVI y XVIII.
Gran variedad para un mes que ya invita a salir más...pero que no evita sigamos dedicando un buen rato al reino de las palabras y las viñetas.
viernes, 3 de mayo de 2019
ANNO LEONARDI
Leonardo da Vinci es un artista que no pierde vigencia, y más estando como estamos de celebración. Restos de ADN, polémicas de intrusismo profesional, desapariciones de cuadros...no importa. Leonardo siempre está de moda y el séptimo arte no podía permanecer ajeno con el documental Leonardo V aniversario.
Durante los últimos años se han popularizado los documentales dedicados a los grandes maestros de la historia del arte. Por supuesto Leonardo y sus contemporáneos no han sido ajenos al percal pero el que nos ocupa es ligeramente distinto.
Sin perder de vista su labor como pintor Leonardo V centenario se centra sin embargo en su carácter visionario, en una mirada que anticiparía los logros de la humanidad durante los siglos siguientes.
Partiendo de su frenética producción como dibujante que nos ha llegado en múltiples cuadernos Leonardo V aniversario aumenta su campo de visión hasta los fondos oceánicos y más allá de la atmósfera de nuestro planeta para revelarnos a un increíble inventor, capaz de idear ingenios inconcebibles en su época.
Un enfoque original que muestra como de la experiencia y la curiosidad pueden nacer cosas asombrosas y que suponen un hermoso homenaje a una figura que durante este año va a dar mucho juego, con numerosas exposiciones y publicaciones.
No solo para fans de Leonardo un gran documental para mentes inquietas, poblado de imágenes preciosistas y que muestra como el pasado puede abrir las puertas del futuro.
Leonardo. V centenario llega a los cines por tiempo limitado 6 y 7 de mayo.
Durante los últimos años se han popularizado los documentales dedicados a los grandes maestros de la historia del arte. Por supuesto Leonardo y sus contemporáneos no han sido ajenos al percal pero el que nos ocupa es ligeramente distinto.
Sin perder de vista su labor como pintor Leonardo V centenario se centra sin embargo en su carácter visionario, en una mirada que anticiparía los logros de la humanidad durante los siglos siguientes.
Partiendo de su frenética producción como dibujante que nos ha llegado en múltiples cuadernos Leonardo V aniversario aumenta su campo de visión hasta los fondos oceánicos y más allá de la atmósfera de nuestro planeta para revelarnos a un increíble inventor, capaz de idear ingenios inconcebibles en su época.
Un enfoque original que muestra como de la experiencia y la curiosidad pueden nacer cosas asombrosas y que suponen un hermoso homenaje a una figura que durante este año va a dar mucho juego, con numerosas exposiciones y publicaciones.
No solo para fans de Leonardo un gran documental para mentes inquietas, poblado de imágenes preciosistas y que muestra como el pasado puede abrir las puertas del futuro.
Leonardo. V centenario llega a los cines por tiempo limitado 6 y 7 de mayo.