Legos del Monigotorium

viernes, 28 de septiembre de 2018

AL INFIERNO Y DE VUELTA

A nadie le gustaría pasearse por Crystal lake en Viernes 13, ni estar de excursión por los pantanos que ronda Víctor Crowley tras oirse los ecos de una extraña maldición ni albergarse en el Overlook en las fechas en las que este está cerrado al público. Por muy mitómanos que seamos o mucha vocación de final girl que tengamos nuestra parte animal nos conduce al lado del instinto de conservación. Pero el caso de Hell fest es distinto. A más de un apasionado del terror le (nos) encantaría acudir a una feria como aquella en la que se desarrolla la película en fechas tan intempestivas como Halloween. Unas instalaciones en la que todo está enfocado a sentir terror, de las bebidas y regalos de las casetas a las atracciones y en la que por supuesto la muerte, esta vez auténtica no puede faltar.
Slasher con fuerte sabor ochentero, Hell fest es una película a la que no le falta ningún ingrediente: psychokiller de máscara inquietante, puñal en ristre y andares lentos pero certeros, grupo de jovencitos más o menos hambrientos de contacto físico y fecha simbólica. Cocinados a variado ritmo en un maravilloso recipiente que homenajea prácticamente todos los subgéneros, de las muñecas inquietantes a los home invaders pasando por seres de tintes cenobíticos y guiños al grand guignol, y que constituye el gran hallazgo de esta cinta, la película nos deja una ligera sensación de déjà vu de otros parques de atracciones mortales como The funhouse de Tobe Hooper o The funhouse massacre. 
Sin revolucionar el género lo mejor de esta cinta, quizás menos gore de lo que podemos vaticinar en un comienzo (aunque hay alguna escena que da cosita, como una con una jeringa...y hasta aquí puedo escribir), es el tratarse de una película sin pretensiones, que pretende entretener al espectador pasando miedo, tal y como intentan sus protagonistas, sin profundizar excesivamente en sus personajes (ni en víctimas ni en verdugo, y eso que este oculta una sorpresita que no conoceremos hasta el final...y que por supuesto aquí no revelaremos) pero regalando homenajes de esos que alegran la tarde al aficionado al género, como el cameo de Tony Tod, el eterno Candyman.
Con un equipo que no es ajeno al género (su director, Gregory Plotkin, también estuvo detrás de una de las últimas entregas de la saga Paranormal activity y a parte de su reparto lo hemos visto en series como la muy recomendable Channel zero o Scream) la película consigue, sin pasarse de originales, sorprendernos con algún buen giro, aun abusando en algunos momentos del  consabido susto tonto (y es que los extras disfrazados de este Hell fest dan mucho pie para ello), y escenas como la del lavabo de señoras que consigue crear un gran clima de tensión.
Hell fest es, ni más ni menos, una peli de terror de las entretenidas, de esas que se agradecen en determinadas fechas (una pena no haber esperado un poquito para estrenarla en Halloween, que se presta y mucho) y cuyo desenlace invita a una posible secuela que no sería en absoluto mal recibida. Una película que los fans agradecen, quizás los legos un poquito menos, y que revelan que el género tiene todavía mucho que decir.


Hell fest llega a las pantallas españolas el 28 de septiembre.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

ESTIMADO SEÑOR BELVEDERE

Con ocasión del 70 aniversario de la revista, que se dice pronto, llega el documental Querido Fotogramas, una carta de amor al cine en general y la publicación en particular.
Articulada a través de numerosos testimonios, tanto de colaboradores como de un buen número de nombres importantes del cine español, esta cinta es el cariñoso reflejo de setenta años de tertulias sobre cine, premios, festivales y, en la que es una de las mejores bazas de esta película, cartas al Señor Belvedere que nos dejan muestras tan sorprendentes como aquella escrita por un sacerdote defensor de la censura o las peticiones de un buen puñado de fervorosos mitómanos.
Querido Fotogramas es una obra ligera, divertida, con ardientes gotas de nostalgia y un buen trabajo de documentación. Un documental que, sin revolucionar las bases del género (la base es, perdónenme la franqueza, una sucesión de relatos de bustos parlantes) consigue ser ameno, chispeante, tanto para fans de la revista como para aquellos a los que les guste recordar a las estrellas del cine de otra época.
Yo me quedo con el (breve) relato del encuentro de Concha Velasco con Schwarzenegger...para descubrir más y sastifacer más de una curiosidad tendrán que acudir al cine.
Querido Fotogramas se estrena el 5 de octubre.

martes, 25 de septiembre de 2018

CISNE ROSA

El éxito de películas como las oscarizadas Una mujer fantástica o La chica danesa han conseguido hacer visible, con mayor o menor fortuna la realidad de las personas trans, algo que habían conseguido con menor fortuna cintas menos recientes como la muy recomendable Transamerica. Pero estas son solo tres caras de un gran poliedro con facetas como el amor, la familia o la aceptación. A ellas se suma en Girl, la de la adolescencia, con el retrato de una chica trans que, inmersa en el proceso previo a la operación que tanto anehela, aspira a alcanzar otro sueño: el convertirse en bailarina.
Exhibida recientemente en el Festival de San Sebastián y premiada en el Festival de Cannes (tanto para la cinta en sí como para la actuación del debutante Victor Polster) la película es la intimista historia de Lara, una adolescente de apenas quince años, que aspira a lo que cualquier otra de su edad, pero que encuentra en su propio cuerpo las mayores trabas para conseguirlo. Una cárcel hermosa, pero cárcel a fin de cuentas, que aspira a transformar (incluso con medidas tan drásticas como ese doloroso uso del esparadrapo previo a las lecciones de danza) gracias a la ayuda de los médicos, pero también gracias al apoyo de aquellos que le rodean y una tenacidad a prueba de bomba (algo que demuestra desde el primer momento en escenas como aquella en la que se hace sin ayuda los agujeros de las orejas).
Pero el problema de Lara no son los demás. Aunque hay algún momento que podría lidiar con el bullying pero se acerca más a un episodio de inconsciente (y en el fondo hiriente) curiosidad o a su hermanito, de apenas seis años, se le escape en una rabieta un nombre al que ella ya no responde en su entorno prima la comprensión. Esta no es una película sobre como una persona en sus circustancias se enfrenta al mundo sino cmo se enfrenta a sí misma, a la impaciencia, a la falta de madurez propia de su edad, y a ver como la debilidad del propio cuerpo no responde a la fortaleza de la mente. Un enfoque original que logra una rápida empatía con el espectador, así como dotar a esta película de un hermoso espíritu propio.
Girl es una cinta que consigue transmitir tanto grandes dosis de realismo como de cercanía, ciñéndose en su práctica totalidad a primeros y medios planos con un estilo engañosamente sencillo, pero con una elegancia que se combina perfectamente con ese mundo de la danza que en ocasiones cosigue provocarnos una casi stendhaliana sensación de vértigo. Bien elegidas paletas de colores (como en la escena del ensayo con vestuario o las que tienen lugar en la casa de ese vecino con el que Lara parece querer algo más...), un eficaz montaje y sobre todo el gran trabajo corporal de sus jóvenes intérpretes hacen de esta además una película de hermosura sutil, sin estridencias, pero que consigue identificar sus imágenes con el ánimo de sus personajes.
No entraré en polémicas respecto a la elección del reparto (en concreto de su protagonista, un chico cisgénero, que realiza en su debut un extraordinario trabajo de inusitada madurez) pero Girl es una película valiosa en la realidad que presenta, que a buena parte del público puede parecerla lejana pero que aquí se revela con naturalidad y valentía. Un ejercicio de buen cine y el espejo de un tipo de historias que tiene todavía mucho que decir en el campo del séptimo arte.
Girl llega a las pantallas españolas el 28 de septiembre.

domingo, 23 de septiembre de 2018

UNA NAVIDAD DE MUERTE

Hace unos añitos equiparar cualquier película con una serie televisiva era una degradación. Con la era dorada de la pequeña pantalla (no ya solo de televisor, sino de ordenador, tablet o móvil) el sentido de estas comparaciones ha cambiado mucho. No me queda por tanto más que decir que Milla 22 se me antoja casi el primer episodio de una buena serie de acción, de esas cuyo estreno anima ha probar el segundo, y no creo que eso suponga un insulto en absoluto.
Dirigida por Peter Berg, viejo conocido del cine de acción al que tal vez recuerden por Hancock o su debut, la ácida Very bad things (mejor que por Battleship...pero es que la gente tiene que comer), y que ya ha trabajado unas cuantas veces con el protagonista y productor de esta, Mark Wahlberg, nos encontramos ante una cinta de acción pura y dura, en ocasiones directamente vertiginosa. Con unas escenas bien coreografiadas, entre las que sobresale esa brutal pelea en la enfermería que deja directamente sin aliento, la película tiene ecos de todo el cine de acción del sudeste asiático, remitiéndonos a algún clásico moderno como The raid (es más, su protagonista, Iko Uwais, que ya ha paseado su palmito por una de las últimas entregas de Star wars tiene un papel clave en esta cinta), así como un ligero eco al cine de Michael Bay, que contribuyen a configurar una historia cuyas mejores bazas son un buen sentido del ritmo ajustado a una trama sencilla (llevar a alguien del punto A al punto B) y una duración breve, beneficiando una película que si bien tiene un ligero aroma de crítica, teoría de la conspiración mediante, constituye hora y media de entretenimiento puro y duro.
En medio un Mark Wahlberg con uno de esos papeles de profesional tan inteligente y serio que consigue ser casi odioso acompañado de unos secundarios destinados a crear, aunque sea en forma de pincelada, cierta empatía en el espectador (como esa madre divorciada con tendencia al palabrotismo) pero que a la larga resultan casi mera carne de cañón y en los que no se profundiza en exceso, entre los que sobresale un John Malkovich que tal vez no da todo el juego que podría dar.
Una película cuyo guión, a pesar de un buen puñado de réplicas ingeniosas, resulta un mero trámite para disfrutar de acción de la buena. Aunque a pesar de ello hay que señalar que su final, de esos con sorpresita que invita a a revisar la película (y no diré más) no resulta como en muchos casos excesivamente forzado, sino que añade sal a una historia que da perfectamente pie para crear una franquicia o, al menos, una segunda parte (o por que no una serie, no sería la primera ni la última película en hacerlo). Para los fans del cine de acción, que no quedarán defraudados con una película que, sin revolucionar el género, sí deja ganas de un poquito más.
Milla 22 llega a los cines españoles el 28 de septiembre.

viernes, 21 de septiembre de 2018

RETORNO A LA MENTE

Vuelve Pablo Raijenstein con su sexta temporada de Mentalismo en el cine.
Clásicos malditos, secretos de cine y Dani, the little mentalist, en una sesion de más de una hora de hipnotismo, imaginación y misterio, con una sencilla pero eficaz puesta en enedcena, que se puede disfrutar desde este mes en el céntrico Palacio de la prensa de Madrid.
Y quién sabe...puede que meramente el recuerdo nos acompañe a casa. O  quizas sea algo más...

jueves, 20 de septiembre de 2018

QUE ESTÁS EN LOS BOSQUES

La culpa. Ese sentimiento que en cualquier momento de su existencia puede atormentar al ser humano. A Paul Schrader no se le escapa que este puede ser más intenso en las personas religiosas, y ya lo demostró en su versión de El exorcista. El comienzo (en la que comercialmente se llamó la edición prohibida, y que mejora sustancialmente respecto a la proyectada en cines, pero que sí llegó vía formato doméstico). Ahora en El reverendo (un nuevo caso de traducción creativa, respecto al original First reformed, una alusión a la parroquia en la que se desarrolla casi la totalidad de la trama) Schrader dirige y guioniza una cinta en torno a un sacerdote cuyo pasado y presente pueden hacerle enfocar un futuro más que drástico.
 Ethan Hawke, uno de esos actores que han sabido madurar con elegancia, encarna aquí a un párroco atormentado por los demonios de su pasado que se va a enfrentar a una gran revelación al conocer al marido de una feligresa que le pone en situación respecto a los peligros del cambio climático y otras catástrofes medioambientales que acechan al planeta. En un momento de crisis, fruto de los que parecen ser los síntomas de una grave enfermedad y de un "experimento" consistente en redactar durante un año un diario que destruirá al final mismo (dando así a la trama el punto de vista de un narrador, y quiero decir narrador con todo el peso que ello conlleva, sujetivo), la película llevará a nuestro antihéroe a una completa evaluación de su existencia y de los intereses de su iglesia.
Nos encontramos ante un film emocional, trágico: una película de personajes que consigue atrapar con una original propuesta que demuestra que no solo del la duda del dogma vive el cine religioso, sino que puede venir de su lado más humano.
Rodada con mimo la cinta sabe sacar el mejor partido de sus escenarios, con una elegante fotografía rica en blancos y negros que casi desencadenan en monocromía y unos hermosos encuadres que saben crear una atmósfera falsamente tranquila que poco a poco se va tormando axfisiante, conduciendo a sus personajes a un desenlace quizás menos catárquico de lo que podríamos adivinar, pero tan sorprendente como, si se me permite el latinajo, interruptus (y no desvelaré más, pero a más de uno se le qudará una carita de ¿Ya está?).
El reverendo resulta una apuesta de tono clásico (ahí están esos créditos, y algún momento que hasta nos puede evocar ligeramente a Dreyer) pero también arriesgada. Con una pincelada polémica y un buen trabajo de actores es una cinta que engancha aunque pierda algo de fuelle en sus últimos dos minutos (en un momento en el que el listón está francamente alto), y que consigue recordarnos que el mejor Schrader sigue al pie del cañón.
El reverendo llega a las pantallas españolas el 28 de septiembre

miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL JUEGO DEL ATADO

Los tiempos de Irma la dulce han muerto. Películas como Diana, el segundo trabajo de Alejo Moreno tras el documental La vida a 5 nudos, nos arrastra al sórdido mundo de la prostitución de lujo para contarnos una bizarra historia de dobles caras, ambición y sexo.
El arranque de la cinta es de esos que enganchan. Tras unos estéticos títulos de crédito cuyo significado descubriremos más adelante la película utiliza el lenguaje de los últimamente tan en boga programas de investigación para que, de la mano de una presentadora cuyo programa analiza el lado oscuro de "la milla de oro madrileña", para que conozcamos a Sofía, una atractiva universitaria de día escort de noche, que sin miedo de que su rostro sea conocido a través de la pequeña pantalla, está dispuesta a contar su relación con uno de sus clientes.
La historia tiene mucho para suscitar el interés, casi podríamos decir el morbo, del espectador. Una pareja protagonista atractiva, un pasado que adivinamos turbio, un curioso tatuaje que reza Diana...muchas preguntas de las que ansiamos la respuesta. Y la primera parte, sin duda lo mejor de la película, en la que adivinamos como este encuentro cordial entre escort y cliente va a ir tornándose en una relación cada vez más tóxica, parece dispuesta a darnoslas todas. Un cebo perfecto, igual que el que exhibe su protagonista ante un lobo que se deja domesticar, y que parece prometer un thriller a la altura.
Pero a medida que avanza el film la trama se va tornando más ambiciosa, a la par que mengua su ritmo (un ritmo marcado en inicio por las horas que paga el cliente). Contaminada por simbolismos nada discretos (como el nombre del protagonista, Jano, o el apunte a Dr. Jekyll y Mr. Hyde) y lastrada por escenas que parecen más destinadas a alimentar dudas sin salida que a profundizar en los personajes la película va devorando la gran impresión de la primera parte, culminando en un desenlace pretendidamente sorprendente (y la verdad no se puede negar que lo hace, aunque no sé si precisamente para bien, y más merced a esa voz que solo parece escuchar, o repetirse mentalmente, Sofía). Su cuidado del atrezzo (esas máscaras que hasta nos pueden hacer pensar en la perturbadora Eyes wide shut o esa "lencería" de Carnaval que es puro bondage japonés...del piso de escort de lujo que parece algo menos lujoso de lo que debería ser mejor hablamos otro día) y unos actores a los que se les ve cómodos trabajando juntos no salvan una historia que nos deja más de un déjà vú, y que, de haber seguido el tono de su primera media hora, podría haber resultado una intriga más que memorable.

Diana llega a los cines el 21 de septiembre

domingo, 16 de septiembre de 2018

PACTAR CON EL DE ARRIBA

En un inolvidable monólogo de la tal vez más olvidable Pactar con el diablo el satánico Al Pacino afirmaba que Dios es un bromista al que le gusta observar y que se descojona mientras usa a los seres humanos como marionetas. Matar a Dios quizás no utilice estas mismas palabras pero si parece poner una cosa en claro: Dios se aburre. El pato lo va a pagar una disfuncional familia que intenta celebrar el año nuevo, y de paso puede que toda la humanidad.
Ambientada en nochevieja, en un matiz que nos remite a cintas tan recomendables como la muda La carreta fantasma (en la que según la leyenda el último muerto del año estaba condenado durante todo el siguiente a conducir el vehículo que transporta las almas de los muertos) Matar a Dios es una comedia negrísima con tintes sobrenaturales.
Con una ambientación tan kistch como inquietante (impagable ese payaso de cerámica de la mesilla de noche o esos animales disecados que nos recuerdan a los hobbies de un tal Norman) no renuncia al gore ni a los matices más iconoclastas para contarnos una fábula sobre un puñado de seres rotos elegidos a boleo por el altísimo para una difícil elección que decidirá el destino de todo el género humano. Quizás la cinta no nos da todas las respuestas, seguramente a más de un espectador se le ocurran unas cuantas durante su visionado, pero lo que sí consigue es mantener su interés con un guión que desde el primer momento revela que no hace ningún tipo de concesiones tras el primer encontronazo de un grupo de seres humanos con un Dios inclemente que, aunque se permite una ligerísima ambigüedad, no va a dejar títere sin cabeza, haciéndonos incluso pensar en los mejores momentos del primer Álex de la Iglesia.
Entre sus mayores aciertos la elección de un casting al que no costaría en absoluto imaginar en una versión teatral de esta historia, con una naturalidad pasmosa pasando del drama al surrealismo puro y duro, y entre los que destaca un Emilio Gavira como un Dios atípico pero que va como anillo al dedo a una trama que se torna más disparatada a medida avanza su metraje, y que se suma a un reparto que ya trabajó con los directores de esta cinta en el muy recomendable corto RIP.
Matar a Dios es una original propuesta con un gran punto de partida, y un desenlace que no desmerece de la misma, aunque en su nudo a más de un espectador le puede parecer que el guión pierde rirmo, o que echa de menos algún matiz filosófico. Pero no se puede negar que se agradece su brevedad y un sentido del humor a prueba de bomba no apto para todos los paladares. Una gran elección para los que acudan al cine para no ver lo de siempre...aunque en algún momento nos pueda parecer que sí (la trama de a infidelidad), y una buena recomendación para los completistas del fantástico patrio.

 Matar a Dios llega a las pantallas españolas el 21 de septiembre.

jueves, 13 de septiembre de 2018

CENTAUROS DEL RODEO

Tener en la pantalla una película de vaqueros cuyo director es de origen oriental hace casi inmediatamente que nos acordemos de la oscarizada Brokeback Mountain de Ang Lee, el western protagonizado por dos vaqueros enamorados que consiguió conquistar la pluma de los críticos. Con buenas críticas pero arrastrando mucha menos polémica (y es que todavía hay mucho troglodita suelto por ahí) llega una cinta The rider, de la directora china Chloé Zhao, una cinta igual de sensible pero de muy diferente carácter.
Calificada por muchos como docudrama The rider toma como punto de partida la historia de Brady Jandreu, rebautizado para la pantalla como Brady Blackburn, un jinete profesional que tras un grave accidente quele afecta al cerebro y la movilidad de una de sus manos debe cuestionarse si abandonar el mundo del rodeo o continuar a riesgo de un nuevo accidente que pueda dejarle secuelas aun más graves o incluso poner fin a su vida. La particularidad de esta película es el (gran) trabajo de un equipo de actores no profesionales para contar una historia basada en su propia experiencia vital (escalofriante la historia y actuación de Lane Scott, un joven y temerario domador de toros que tras una caída quedó casi totalmente paralizado y privado del habla), pero esto es una mera curiosidad en una cinta que, con la salvedad de una serie de vídeos que ven los propios protagonistas tablet o televisor mediante, no emplea en ningún momento el lenguaje propio del cine de no ficción.
El resultado es una película terriblemente poética, que sabe sacar el mejor partido de unos apabullantes escenarios en la línea de otros atípicos westerns recientes (como la muy recomendable Comanchería), con toda la magia de las siluetas recortadas sobre el horizonte crepuscular y de las amplias praderas de cielo interminable, así como de unos caballos que desde los primeros minutos se transforman en animales casi míticos, y que gracias a la magia de una hermosa fotografía casi nos llegan tanto a la retina como al sentido del tacto, por imposible que esto pueda parecer.
Entre ellos unos personajes con los que no cuesta empatizar, personas a las que destroza la rutina mientras que la magia del rodeo consigue revitalizarlos hasta límites indescriptibles. En un clima que a muchos recordará a El luchador, la cinta de Darren Aronofski, encontramos a un personaje que se enfrenta a tener que abandonar (aunque el mismo se repite no es algo permanente) algo que no es solo una profesión, o un hobby, sino un estilo de vida (reveladora la visita de sus amigos cuando el drama todavía está reciente). Algo que lleva casi escrito en su ADN, y que no le llama solo por la fama, o la descarga de adrenalina, sino por un vínculo que se nos puede antojar indestructible con el caballo, y que hace que llegue a debatirse entre la vida, su día a día y el de las personas que le quieren e incluso dependen de él (como su hermana autista), y la muerte que puede arrastrar su verdadera naturaleza.
The rider es una película sobre las decisiones difíciles de la vida en un marco tan clásico como indescriptible. Una fábula melancólica que sabe analizar las facetas de un ser humano que no sabe si emprender un nuevo principio o afrontar el final, con una sensibilidad que ya no cuesta identificar con el aroma del western.
The rider llega a las pantallas españolas el 21 de septiembre.

martes, 11 de septiembre de 2018

EN BUSCA DE LA CHICA PERDIDA

Poco a poco, a la Chita callando, el fondo footage se fue adueñando del cine de terror, de modo que ya se ha hecho raro que no haya al menos una película que haga de este recurso su bandera en cualquier festival que se precie...o no. Pero el terror es solo la punta del iceberg.  Películas como Proyecto X o Chronicle han abierto el paso a otros géneros como la comedia o los superhéroes. Y ahora ha llegado la hora del thriller, y sumando a la cámara de toda la vida móvil y portátil...es la hora de Searching .
Una película que tiene su seña de identidad en el plano subjetivo, en primera persona, pantalla de ordenador mediante, que solo abandona brevemente para pasar a cámara de vigilancia o similar, para contar el drama de un padre cuya hija ha desaparecido misteriosamente pero que no está dispuesto a rendirse. Alguna trampilla subjetiva hace, moviendo la cámara por la pantalla del ordenador o introduciendo, en contadas ocasiones eso si, algo de banda sonora, pero la inmersión en lo que ve el protagonista es total.
Searching es una historia de esas de padre coraje a las que ya nos han acostumbrado sagas como Venganza , solo que el protagonista en vez de a los puños o a confidentes de dudosa reputación recurre al cualquier herramienta informática (nivel usuario ojo) posible. Pero a la relativa originalidad de su propuesta (el recurso de la pantalla de ordenador ya lo hemos visto en cintas de terror como Eliminado o Megan os missing ) sabe sumar un guion sólido que consigue mantener el interés del espectador hasta el último minuto, con más de un falso final que no resulta forzado (y no desvelare más) y un desenlace sorprendente.
Se agradece además un buen uso de los recursos humorísticos (el vídeo de la " mejor amiga" de Margot) que contribuye a aligerar un más que adecuado sentido del ritmo que se agradece en una cinta de este género. Por poner un pero la tendencia a explicar bien masticaditas las deducciones de este padre metido a detective, mostrando las referencias concretas cuando más de un espectador ya ha sacado sus conclusiones.
Una trama tan entretenida como absorbente, que sabe sacar lo mejor del recurso del cliffhanger (solo que aquí por culpa de esos tiempos de carga...ay) y que demuestra cómo un género tan clásico como el thriller todavía puede refrescarse.
Searching llega a los cines españoles el 28 de septiembre.

domingo, 9 de septiembre de 2018

LA MUJER DEL ESCRIBIENTE AMERICANO

No conozco Estocolmo, ni planeo visitarla en las próximas semanas, pero ya desde El premio, y más con el aura adquirida por los países del norte gracias a la nueva novela negra parece embutida en un aura proclive al misterio más profundo, de ese rico en espías e incluso en asesinos. Pero si por algo es famosa la ciudad es por los premios Nobel. Sí, esos que nunca le dan a Murakami. Su peso dió pie a la imaginación de Meg Wolitzer para escribir la novela The wife. Añadiendo el explícito calificativo de "buena" para su título en castellano llega su adaptación al cine, La buena esposa, que cerró la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián.
La buena esposa tiene un comienzo sencillo, casi podría calificarse de anodino. Una pareja recibe la maravillosa noticia de que él, el escritor Joe Castleman, acaba de ganar el nobel de literarura. Nervios, alguna lagrimita y una celebración impropia de la edad del matrimonio, saltando sobre la cama como chiquillos. Pero esta cinta, como los buenos guisos se calienta poco a poco, con paciencia y buenos ingredientes, y por supuesto siguiendo la receta que la propia película describe en esta trama sobre escritores: con un ritmo que se amolda a los sentimientos de sus protagonistas y unos personajes que saben transmitir realidad.
Pero la película no es una mera descripción de los preparativos de la ceremonia de los nobel, de los ensayos y las cenas. Ni tampoco de como algo tan importante puede marcar a una pareja madura que parece tener una vida ya hecha, con dos hijos que los adoran, una esperando al primer nieto de la pareja y otro dispuesto a seguir los pasos de su progenitor, sino que por supuesto hay algo que los espectadores (y a excepción de dos de ellos, más uno a medias, los propios personajes, ignoran, y que van a marcar una trama, bifurcada entre pasado y presente, y el resultado, poco a poco, se empieza a antojar demoledor. Y no desvelaré más de una historia que consigue aumentar el interés del espectador a medida avanza, pasando de la calma a la tormenta con escenas tan inquietantemente hermosas como la del discurso de agradecimiento del premio
En La buena esposa hay, como parece esbozar el apellido del matrimonio protagonista, un hombre del castillo, pero la reina, y, como ella misma se define en una brillante línea de diálogo, "la hacedora de reyes", es Glenn Close, una intérprete que sabe transmitir todos los matices a su personaje. Desde un inicial segundo plano al que en muchas ocasiones ella misma intenta retirarse es inevitable ver como se apodera de la función, revelándose una vez más como una actriz de una potencia dramática imposible de contener y regalándonos en los últimos minutos de la cinta un espectacular enfrentamiento con Jonathan Pryce, que a pesar de su buen trabajo en esta película no puede evitar quedar eclipsado por el de su esposa en la ficción, que golpea al espectador en lo más íntimo, y más en tiempos de nuevas reivindicaciones feministas.
Una cinta que, teniendo en cuenta su protagonista, se antoja el reverso tenebroso, por si no lo era bastante la original, de Atracción fatal, revelando los lodos que pueden arrastrar una abnegación, casi podríamos hablar de sumisión, que no por ser autoimpuesta resulta menos forzada. Una interesante reflexión, secreto envenenado mediante, sobre el papel profesional y familiar de la mujer de la mano de una actriz que ya ha coqueteado con el tema en películas como Albert Nobbs, con una trama de esas que consigue que el espectador siga hablando de ella tiempo después de haber abandonado la sala.
La buena esposa llega a los cines españoles el 19 de octubre.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

EL NOMBRE DE LA BRUJA

¿Animación japonesa y brujas? Aunque más de un anime ha tocado el tema (ahí está Negima entre otras) es inevitable que a la mente acuda Nicky, la aprendiz de bruja, la entrañable cinta del estudio Ghibli. Ahora llega el turno de un nuevo estudio, Ponoc, fundado por antiguos trabajadores de la mítica compañía en 2015, y nos regala una nueva joven hechicera con escoba, gato negro y una aventura que contar en Mary y la flor de la bruja.
Resulta inevitable ver reflejado en el espejo de Ghibli el primer de este nuevo estudio. Desde su arranque hace gala de una animación sencillamente espectacular en una escena que puede resultar tan complicada como una persecución aérea (sí, no hace falta recordar la obsesión de Miyazaki por los elementos voladores en su cinematografía...se hace rara la ausencia de una escena en la que algún personaje vuele sea gracias a la magia, sea gracias a la tecnología. Ponoc se revela ya como más que un alumno aventajado en esta disciplina). A nivel visual se trata de una cinta sencillamente brillante, con un buen diseño de personajes y entornos, que consigue sacar lo mejor de sí tanto en los elementos más costumbristas como aquellos que pertenecen al mundo de la mágica universidad de Endor, en la que se desarrolla buena parte de la trama, creando todo un universo tan luminoso y original como imaginativo. Por poner un único pero podríamos decir que resultaría difícil distinguir el resultado de la omnipresente Ghibli, con el que comparte un imaginario visual común (algo que creo en el fondo es inevitable...el director de esta cinta, Hiromasha Yonebayashi, tamién lo es de la todavía reciente El recuerdo de Marnie y de Arrietty y el mundo de los diminutos), pero aun siendo obra de un grupo de profesionales más que experimentados esta constituye su carta de presentación para el gran público, y a este nivel demuestra con creces el valor de una animación tradicional, con escenas de tal complicación como aquella en la que comparten pantalla más animale que los del arca de Noé, que a pesar de la omnipresencia del 3-D siempre está dispuesta a presentar batalla.
Bajo este brillantísimo envoltorio encontramos un cuento tal vez más infantil que otros frutos japoneses (y ya no hablo solo de Ghibli sino de joyas como Your name o En este lugar del mundo), con una premisa que nos sonará tan familiar como la de una niña recién instalada en la casa de su tía abuela (pero huérfana no, ojo...desde casi el principio se señala que sus padres llegarán más adelante) que gracias a un misterioso felino y una extraña planta descubrirá todo un mundo mágico habitado por unos estrafalarios magos que parece ocultar más de un secreto. Una historia sencilla con un ligero aire de Harry Potter (y no solo porque la protagonista sea una -involuntaria- bruja, sino por todo el microcosmos universitario que presenta) que quizás más de uno quiera ver como un ligero guiño a la inmensa El viaje de Chihiro, pero que aquí queda como un más que entretenido pero insustancial relato (si bien tiene algo de viaje iniciático no encontraremos ninguno de los traumas de otras heroina del anime), con unos personajes a los que sentaría bien un poco más de profundidad y una historia que, de no ser algo bastante infrecuente, casi se nos puede antojar una presentación de cara a una secuela.
Mary y la flor de la bruja es una película hermosa, de esas que se agradece ver en pantalla grande, pero con una historia que parece más enfocada a los espectadores más jóvenes que al consumidor habitual de manga y anime (y no lo digo solo por la ausencia total de elementos sexuales o excesivamente violentos. Clásicos como Mi vecino Totoro demuestran que no es necesario, pero hay una parte oscura de la trama que da para un desarrollo más adulto). Una fábula hecha con mimo que, aunque posiblemente no sacie del todo el paladar del espectador deja con ganas de mucho, mucho má. Solo Ponoc tiene la última palabra.
 

 Mary y la flor de la bruja llega a las pantallas españolas el 7 de septiembre



martes, 4 de septiembre de 2018

NOCTURNEANDO A LAS PUERTAS 2018

Aunque todavía queda mes y medio largo (o al menos se hace largo) para el Nocturna de este año, ya el VI Festival de Cine Fantástico de Madrid, que tendrá lugar del 23 al 27 de octubre, los primeros caramelos envenenados empiezan a llegan para ponernos los dientes largos. Una programación que llega calentita y pre-Halloween, cuyo contenido total será desvelado a principios de octubre pero de la que ya podemos conocer algunas pinceladas.
A la confirmación de la presencia de Don Mancini con la proyección de Muñeco diabólico se unen en la sección Dark visions Vuelven y St. Agatha, mientras que en la sección oficial a concurso podremos disfrutar de Ghostland, Piercing, Summer of 84 y Aterrados.
 Una clarísima apuesta por el terror, con nombres tan conocidos por el aficionado como Pascal Laugier, director de Martyrs, con su nueva cinta Ghostland, una pesadilla con un giro sorprendente y una inquietante ambientación,  Darren Lynn Bousman, director de tres entregas de Saw, con St. Agatha, que se presenta por primera vez en un festival, o el regreso de los directores de la muy recomendable Turbo Kid con la cinta de psicópatas Summer of 84.
Tampoco queda en el tintero la aportación hispana, con la argentina Aterrados, cuyo inquietante cartel es ya una magnífica carta de presentación, la mejicana Vuelven (Tigers are not afraid), candidata a numerosos premios o la presencia de la española Laia Costa en la macabra Piercing.
Seis películas muy distintas que llegan para satisfacer la sed de sangre de los aficionados del fantástico y a las que, en breve, se sumarán el resto de confirmaciones tanto de largos como de cortometrajes y actividades paralelas.
Queda poco...ya podemos empezar a contar los días

lunes, 3 de septiembre de 2018

CALMA EN LAS VELAS

De todos los géneros es probablemente la aventura el que más y más rápidamente se ha dejado contaminar por el fantástico. Guerreros, seres fabulosos e increíbles decorados nacidos de un ordenador nos hacen a menudo olvidar que la gesta puede, como la verdad, estar ahi fuera. De tal espíritu y una historia real nace Un océano entre nosotros.
Un océano entre nosotros es, en el sentido más homérico del término, la odisea de un soñador. Un hombre que, sin ser deportista de élite ni millonario aficionado a los yates, se propone participar (y ganar) una regata cuyo objetivo es dar la vuelta al mundo sin escalas. Un aventurero como los de antes, de esos con más habilidades que recursos propiamente dichos pero con una tenacidad a prueba de bomba.
Encarnado por un Colín Firth que demuestra una vez más ser un intérprete de raza que puede dar a su personaje todos los matices, de la ilusión a la propia locura a su particular Penélope, que será durante la práctica totalidad de la función la sufridora en casa, da vida la también ganadora del Óscar Rachel Weisz, en un tándem que nos muestra todas las caras de una aventura que, aunque pueda parecerlo en los primeros momentos de la cinta, no vive solo de la ilusión.
Una película que sabe moverse con agilidad entre tierra y mar, entre la fatalidad y la esperanza, consiguiendo que durante toda la trama el espectador quede espectante de un deus ex machina aunque una serie de pequeños milagros parezcan sucederse ( el desenlace por supuesto aquí no lo revelaremos) y que nos regala escenas tan hermosas como la despedida en el barco o el espejismo del caballo.
Un auténtico viaje en el que descubrimos como un británico de punta en blanco seguro de sí mismo poco a poco se convierte en su pálida sombra, descubriendo poco a poco como un loco sueño puede arrebatarle todo lo que tenía, y que podía parecerle menor ante la grandeza del sueño. Una hermosa y triste fábula sobre el poder de los deseos y como puede el destino jugar con nosotros al intentar hacerlos realidad.
Un océano entre nosotros llega a las pantallas españolas el 7 de septiembre.